En esta temporada veraniega en la que las temperaturas son altas, toca buscar ropa de cama más fresquita para sobrellevar de la mejor manera posible las noches y dormir bien. En estos meses estivales, las camas han de ser ligeras y frescas, por lo que bastará con tener, además de las sábanas, bajera y encimera, una colcha fina. Tanto si el calor aprieta como si las temperaturas son algo más bajas, son una opción infalible que protegen del airecillo nocturno, pero sin asarse.
Además, consiguen vestir nuestra cama y dar un aire elegante al dormitorio. A la hora de elegir una, las de algodón suelen ser una buena alternativa, y lo recomendable es descartar las más gruesas, evitando los materiales más cálidos como la lana o el terciopelo. Asimismo, otro elemento que sigue siendo necesario en verano y que hay que saber elegir es el protector del colchón. Evita, ahora más que nunca, los protectores que llevan una capa de plástico ya que te harán sudar más en las noches cálidas. En el mercado pueden encontrarse modelos que transpirables, además de impermeables, y que resultan muy cómodos.
Tendencias para vestir tu cama en verano
Antes de empezar a escoger los juegos de sábanas o las colchas para la cama, conviene tener claro qué tipo de tejido nos conviene en verano. De esto dependerá que la cama resulte más fresca y agradable. Cuando el calor aprieta es fundamental seleccionar tejidos frescos y transpirables como los confeccionados con fibras naturales (algodón, lino, seda, satén, bambú, etc.). En el caso de las sábanas, permitirán una mayor circulación de aire para evitar el exceso de sudoración en las noches más calurosas, que en ocasiones termina manchando el colchón, y aportarán gran suavidad al tacto.
Tejidos
- El lino, al alza. Una apuesta segura es el algodón, mejor si es orgánico y sostenible, pues se trata de un tejido transpirable que ayuda a regular el calor de forma natural, aunque si hay un tejido en tendencia actualmente es el lino. Su textura es muy fresca, lo que lo hace muy adecuado para las camas en esta época del año, y, al igual que el algodón, es transpirable. A esto se le une su resistencia, además de no deformarse con el uso. Es una opción de lo más recomendable.
- Olvida los sintéticos. Los tejidos sintéticos, que incorporan fibras de poliéster en su composición, no son recomendables para las camas de verano. Es cierto que son resistentes, se arrugan menos y son más fáciles de planchar, pero presentan otros inconvenientes que es necesario tener en cuenta: dan más calor y como son menos transpirables, sudamos más. Además, pueden retener olores desagradables.
Tonalidades lisas
- El blanco, un acierto siempre. Las camas totalmente blancas son una de las tendencias de este verano. Una apuesta minimalista y esencial que triunfa de forma rotunda pues se adapta de maravilla a dormitorios de cualquier estilo y resulta perfecta en ambientes clásicos, nórdicos o de estilo industrial. Si te gusta la idea, apuesta por ropa de cama de calidad y evitarás que se ponga amarilla o grisácea con el paso del tiempo. Para aportar una nota diferente, puedes colocar a los pies de la cama un plaid ligero en otro color, evitando los contrastes exagerados.
- Colores claros. Además del blanco, los colores neutros también tienen mucho que decir a la hora de vestir y decorar las camas de verano. Son mucho más relajantes y ayudan a encontrar la serenidad necesaria para conciliar el sueño, a pesar del calor. Beiges, arenas, tostados y, cómo no, el gris. Este último es el neutro de tendencia, perfecto para crear ambientes equilibrados, pues los tonos claros, neutros, fríos y pastel aportan luminosidad en la habitación y generan sensación de paz y calma.
- Tonos empolvados y naturales. Como parece que la serenidad y la armonía son las claves de la temporada, los colores empolvados también tienen mucho que decir en la elección de la ropa de cama. Rosas delicados, azules y verdes son perfectos para transmitir paz y lograr un dormitorio relajante sin perder ni una pizca de estilo. Combinar los colores empolvados con los neutros será un acierto seguro. Triunfa especialmente la gama de los verdes, en un afán por emular las tonalidades de la naturaleza.
Estampados veraniegos
No solamente de lisos se nutren las tendencias del verano en cuanto a la ropa de cama se refiere. A pesar de que son básicos los juegos de sábanas en un solo color, en ocasiones se necesita el toque revitalizante de los estampados. Hojas tropicales, flores, motivos marineros o de destinos vacacionales… Cualquier opción que nos haga sentir bien y que nos transmita las mejores vibraciones para disfrutar del período de vacaciones será una buena opción.
Siguiendo las premisas de color y combinaciones anteriores, hay estampados que funcionan mejor que otros durante el verano para poner a punto la habitación. Por ejemplo, los de inspiración marinera con las rayas y el blanco y el azul como protagonistas. También los campestres, ya sean estampados florales o de cuadros, con un aire rústico, encajan muy bien en el dormitorio de verano. También son buena idea los de inspiración étnica, en tonos suaves que le darán un aire veraniego a la estancia. Asimismo, la geometría es un recurso que no falla a la hora de decorar las camas de verano, especialmente si la eliges en colores luminosos y veraniegos.
Complementos ligeros
Los complementos de la cama son esenciales para conseguir un espacio confortable y con estilo, pero han de adecuarse a la estación. Así, para el verano será mejor sustituir las fundas de cojines de terciopelo y materiales gruesos por otras de algodón, lino o materiales naturales similares. El colorido deberá ajustarse a lo anteriormente mencionado, evitando estampados demasiado sólidos y oscuros. Lo mejor será tratar de equilibrar el conjunto, escogiendo diseños lisos en colores neutros (blanco, beige, topo, etc.) si tenemos colchas estampadas, y viceversa: podemos recurrir a diseños de fundas más alegres y recargados si nos hemos decantado por colchas lisas.