El cansancio o la fatiga son problemas que experimentan muchas personas en su día a día debido a factores como el exceso de trabajo, dificultades personales, etc. Aspectos que pueden hacer que no desconectemos y nos cueste más afrontar nuestro día a día, además de suponer otros problemas a nivel anímico.
Esto hace que sea importante incorporar en nuestra vida algunas pautas que nos ayuden a recuperar nuestra energía, como puede ser el hecho de descansar correctamente gracias a una buena higiene del sueño y, por supuesto, una correcta alimentación.
Pero hoy vamos a centrarnos en esta última y a hablarte de los 7 alimentos para luchar contra los síntomas de la fatiga para así estar mejor en tu vida diaria.
Combate la fatiga con estos 7 alimentos
El cansancio es algo que todos experimentamos alguna vez a lo largo de nuestra vida y puede deberse a múltiples factores como el hecho de que no estemos descansando lo necesario, que estemos pasando una época con mucho estrés, etc.
El problema es cuando esta situación se mantiene a largo plazo, ya que la fatiga crónica puede tener muchas consecuencias tanto a nivel físico como mental. De ahí que sea necesario encontrar la causa de nuestros problemas y tomar medidas que nos ayuden a salir del letargo.
En este sentido, uno de los mejores remedios es tener una alimentación sana y equilibrada en la cual se incluyan alimentos cargados de nutrientes que nos aporten energía. Por eso a continuación te dejamos 7 de los productos que debes incluir en tu dieta para evitar la fatiga.
1. Aguacate
Seguro que ya lo sabes, pero lo cierto es que el aguacate es una fruta que tiene muchos beneficios importantes para nuestra salud. Entre otros, nos aportan muchos ácidos grasos omega-3, los cuales tienen un efecto antiinflamatorio que mejora el funcionamiento de nuestros órganos, haciendo que seamos menos proclives a contraer algunas enfermedades.
Pero, además, tiene una alta cantidad de potasio, que es un nutriente que nos ayuda en la recuperación muscular, haciendo que tengamos más fuerza. Y, si te encuentras mejor a nivel físico, esto también se traducirá finalmente en una mejor disposición a nivel emocional.
2. Ginseng
En segundo lugar, tenemos una raíz de origen asiático que cada vez se utiliza más como remedio para muchas afecciones: el ginseng. Es normal, tiene muchas propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo.
Este producto se utiliza para combatir la presión arterial alta, pero también para tratar la fatiga por tener la capacidad de activar nuestro metabolismo haciendo que nos encontremos mucho menos cansados. De hecho, la infusión de ginseng se utiliza como una alternativa más sana a las bebidas energéticas o el café.
3. Café
Uno de los grandes clásicos cuando hablamos de combatir la fatiga y el cansancio mental es, sin duda alguna, el café. Esto se debe a que contiene cafeína, que es una sustancia ergogénica que puede prevenir la aparición de los síntomas del cansancio y que se utiliza mucho por parte de los deportistas.
Además, en el caso del café hablamos de una bebida que funciona especialmente bien en nuestro sistema nervioso, haciendo que tengamos la mente más despejada y lista para afrontar nuevos retos.
No obstante, debemos ser conscientes de que la cafeína suele tener un efecto rebote que va a hacer que experimentemos un bajón grande cuando se pasen sus efectos. Y, por otro lado, su consumo en exceso puede tener graves consecuencias para nuestra salud, por lo que debemos tratar de reducirlo.
4. Frutos secos
Otra de las grandes fuentes de energía que podemos encontrarnos viene de la mano de los frutos secos, una de las alternativas más saludables para recuperar la energía.
Sin embargo, debemos tener ciertas precauciones con respecto al consumo de los mismos. En primer lugar, la mejor opción es elegir frutos secos crudos porque son mucho más saludables que las alternativas fritas pero, además, también es importante moderar su consumo porque tienen un alto contenido calórico y pueden provocar que engordemos.
No obstante, siempre es recomendable tenerlos a mano porque pueden ayudarnos a recuperar la energía en caso de que tengamos un bajón en un momento dado.
5. Arroz
Los carbohidratos muchas veces son los grandes denostados porque se asocian con coger peso, salvo que se realice ejercicio. Pero lo cierto es que son una excelente fuente de energía que debemos tener en nuestra vida y uno de los alimentos por el que podemos optar es el arroz.
¿Por qué? Porque el arroz cuenta con azúcares complejos que nos van a ayudar a mantener más estable nuestra glucosa y evitar posibles bajones de azúcar.
Este alimento cuenta con azúcares complejos que ayudan a mantener estables las glucemias y a llenar los depósitos de glucógeno. Además, es una alternativa más sana que la pasta, ya que su aporte con respecto a nutrientes es mucho más saludable.
6. Semilla de chía
Son las grandes desconocidas, pero lo cierto es que las semillas de chía tienen muchas propiedades importantes para nuestra salud. Vamos a destacar, principalmente, el hecho de que contienen carbohidratos (aunque en pequeña cantidad) y también que tienen ácidos grasos.
Como hemos visto antes, estos dos nutrientes nos ayudan a recuperar la energía, por lo que incluir un puñado de estas semillas cuando comemos el yogur, puede hacer que nuestra mente se encuentre más despejada.
4. Chocolate
Finalmente, tenemos una de las fuentes energéticas por excelencia: el chocolate. Este producto nos ayuda a luchar contra la fatiga gracias a su elevado aporte energético y está buenísimo.
No obstante, debemos saber que no sirve cualquier tipo de chocolate. Cuanta más leche tenga el mismo, menos puro será y estará incorporando más cantidad de azúcares a nuestro cuerpo, con las consecuencias que eso puede tener para nuestra salud. Por eso lo mejor es optar por el chocolate negro, al menos si lo que estamos buscando es luchar contra la fatiga mental.
Como ves, estos alimentos pueden ayudarte a mejorar tus reservas de energía, al igual que llevar una dieta equilibrada y realizar la práctica habitual de ejercicio. Pero recuerda que siempre es importante saber cuál es el origen del problema para así tratarlo desde la raíz.