Cada año se registran alrededor de 10 millones de casos nuevos de demencia según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para prevenir y mejorar el pronóstico de la población que suele padecer este problema es imprescindible cuidar la alimentación, y es por ello que queremos destacar el papel de un alimento que ayuda a mejorar la memoria: los arándanos.
En varias ocasiones hemos hecho referencia a esta fruta. Se encuentra fácilmente en supermercados y es fácil introducirla en la dieta. Bien en crudo, como tentempié, o en batidos, con yogures o en ensaladas. Los arándanos tienen infinidad de beneficios para el organismo. Es un alimento en el que queremos incidir para que conozcan en profundidad lo que podría ayudar a personas mayores de 50 años que tienen más probabilidades presentar cuadros de demencia.
Cómo los arándanos pueden mejorar tu memoria
Hacemos hincapié en la edad porque se ha publicado un estudio realizado en Reino Unido, en la Facultad de Medicina de Norwich de la UEA, donde se ha hecho una prueba con una muestra de personas de entre 50 y 80 años y los resultados son realmente impactantes… y hablamos en positivo. La conclusión es que el consumo de arándanos es un plus a la hora de tratar de prevenir enfermedades neurodegenerativas.
La investigación la ha liderado el doctor David Vauzour y una de las claves está en los flavonoides, que se asocian con menores tasas de demencia y de deterioro cognitivo en general. Alimentos de colores rojizos, azules y púrpuras, que evidencian que son ricos en proantocianidinas y antocianinas, contribuyen a ello y los arándanos se encuentran en este grupo.
¿En qué se traduce esto? En que estamos ante una fruta con importantes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. El estudio al que hacemos referencia analizó las consecuencias que tuvo para el organismo de la población objeto de estudio el comer arándanos durante 12 semanas.
Las conclusiones a las que llegó el equipo de Vauzour destacan varios aspectos significativos. Los usuarios que tomaron este alimento mostraron una mejora de la memoria episódica visual, que le llaman. Básicamente la referida a eventos cotidianos, cosas del día a día. Otro punto a favor es que se evidenciaron avances en el funcionamiento neuronal.
El tercer punto que se ha valorado de forma positiva es que el suministro de sangre al cerebro era más óptimo. Este ítem, a lo que se le llama de manera científica ‘perfusión’ cerebral’, al final repercute en el resto, en todo lo demás. Sin lugar a dudas estamos ante un superalimento por los efectos beneficios que tiene en los consumidores. Los arándanos se confirman así como fruta clave en la dieta especialmente en ciertos periodos vitales.
Otros beneficios de comer arándanos
Los arándanos se han ido popularizando en la población en los últimos años. Probablemente esto que están leyendo les hagan entender uno de los motivos, sumados a su sabor y a lo fácil que es consumirlos. Entre los beneficios hay otras ventajas que conlleva comer esta fruta.
El colesterol ‘malo’, como se le llama popularmente –LDL–, se reduce por la ingesta de ciertos alimentos. Cuidando la dieta este baja y los arándanos se ha demostrado que están en ese grupo de comidas recomendables para plantar cara al colesterol. La investigación del doctor David Vauzour también versa sobre ello.
Al final, se pone de relieve que estamos ante un producto que potencia una buena salud vascular y ello conlleva, entre otras cosas, mejorar la cognición –¡cuánta relación con la demencia!– y ayuda a tener un mejor funcionamiento del organismo, de la memoria y de la función neuronal del cerebro.
Si todo esto se consigue con apenas 12 semanas, es decir, 3 meses de intervención en la dieta, solo hay que imaginar qué puede suponer si se incluye este hábito en la alimentación cotidiana. Los arándanos pueden ser una suerte de medicamento natural, un superalimento que está íntimamente relacionado con la salud neurológica así que no subestimemos el poder de estas pequeñas y deliciosas bayas de color morado.
Hay más estudios e investigaciones que van en esa línea, por si los lectores quieren ampliar detalles. Aquí dejamos el enlace al trabajo del equipo de Vauzour, publicado en la revista Frontiers in nutrition.
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