Seguro que ni te lo has planteado, pero ya desde tiempos inmemoriales, se bañaban en el mar en las épocas más frías del año por sus enormes beneficios para la salud. De hecho, el médico Hipócrates aseguraba que este tipo de terapia acuática podría aliviar la fatiga. E incluso, en la medicina del S.VIII se recomendaba para aliviar afecciones como el raquitismo o la fiebre.
Y es que, hasta en los días cuando el agua está más congelada, como ahora de invierno, ya hay mucha gente que practica esta moda. Ice-Man o el hombre de hielo, por ejemplo, fue el desarrollador de un método revolucionario llamado Wim- Hoff y, según él, con este método y mediante la respiración, podemos ser capaces de desarrollar todo nuestro potencial interno y aguantar temperaturas gélidas para nuestro mayor bienestar físico y mental.
¿Cuáles son los beneficios de bañarse en agua muy fría?
Existe muchísima literatura científica que confirma la idea de que darse un chapuzón en el mar o en aguas muy frías es bueno según diversos parámetros bioquímicos y fisiológicos. Eso sí, antes de hacerlo, debes informarte muy bien sobre la hipotermia, una condición que suele aparecer una media hora después de una incursión en agua fría. Con todo esto, y en base a un última investigación, te hablamos de algunos de sus beneficios, tal y como se recoge en el National Institutes of Health (NIH) algunos de ellos son:
1. Refuerza el sistema inmune
Son bastantes los efectos beneficiosos del agua fría sobre el sistema inmunológico, no solo en este último informe sino en general. El agua muy fría potencia el aumento de recuento de glóbulos blancos ya que nuestro cuerpo de manera inminente se ve forzado a reaccionar ante las extremas condiciones cambiantes. Así que, si lo haces mucho, el cuerpo se acostumbra y se vuelve mucho mejor en la activación de las defensas.
2. Te da un golpe de energía y subidón natural
Nadar en un mar gélido o en un río de aguas muy frías activa las endorfinas. Este químico lo produce el cerebro y es el responsable de nuestro bienestar y placer cuando realizamos las actividades. La natación en agua fría también es una forma de ejercicio, y se ha demostrado que el ejercicio es una forma de tratar la depresión. Nadar en agua fría nos acerca a la barrera del dolor y las endorfinas se liberan cuando sentimos dolor, para ayudarnos a sobrellevarlo.
3. Mejora la circulación
Bañarse en agua fría limpia las venas, las arterias y los capilares. Obliga a la sangre a salir a la superficie y ayuda a calentar nuestras extremidades. Esto significa que la exposición gradual y repetida nos adapta al frío de manera natural.
4. Quema las calorías
El corazón tiene que bombear más rápido en agua fría y el cuerpo debe trabajar más para mantener todo caliente mientras se nada. En general, se queman muchas más calorías al nadar en agua fría que al nadar en condiciones más cálidas. La idea de que beber agua fría aumenta la cantidad de calorías que quemas puede ser un mito, pero es un hecho que el agua fría disminuye tanto la temperatura de tu cuerpo que el cuerpo debe actuar.
6. Reduce los niveles de estrés
Nadar en agua fría genera estrés en el cuerpo tanto física como mentalmente. Son muchos los estudios que han identificado el vínculo entre el agua fría y la reducción del estrés, por lo que después de un buen chapuzón de agua fría puedes sentirte más tranquila y relajada.
7. Aumenta nuestro bienestar general
En el estudio también se habla de cómo sumergirse en aguas heladas, mejora nuestro estado de ánimo en general, pues aumentan las sustancias químicas responsables de regular nuestro estado de ánimo en el cerebro como la dopamina y provoca la liberación de hormonas del estrés como el cortisol o la nerodrenalina.
