Conforme nos vamos haciendo mayores, cada vez nos resulta más complicado controlar nuestro peso con independencia del deporte que hagamos o la alimentación que llevemos. Es una realidad y, aunque nos duela, todos la sufrimos en mayor o menor medida.
Esto ocurre porque nuestro metabolismo se vuelve más lento y, como consecuencia, quema las grasas mucho más despacio que en nuestra juventud. Algo que puede terminar repercutiendo en nuestro peso y también terminar derivando en enfermedades el día de mañana.
Pero no debes resignarte a tu destino, puedes poner en práctica algunos consejos para perder peso a partir de los 50 años y hoy vamos a contártelos. Si quieres conocerlos, continúa leyendo.
5 claves para perder peso a partir de los 50 años
Al envejecer nuestro cuerpo experimenta muchos cambios, los cuales suelen afectar a la forma física. Principalmente, son los músculos los que comienzan a verse modificados, haciendo que las fibras musculares se mezclan con la grasa y provocando que resulte mucho más complicado quemar las mismas.
Además, el metabolismo se vuelve más lento, cosa que tampoco favorece que podemos eliminar aquellos kilos que nos sobran. De ahí que aunque practiquemos ejercicio y comamos pocas calorías, nos resulte cada vez más difícil perder peso.
No obstante, existen una serie de prácticas que podemos llevar a cabo y nos ayudarán a acelerar nuestro metabolismo. A continuación te contamos cuáles son.
1. Consume más frutas y verduras
Muchas veces asociamos el hecho de adelgazar con un menor consumo de alimentos y esto realmente no tiene por qué ser así. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Harvard demostró que, aquellas personas que aumentaron su consumo de fruta y verdura, conseguían adelgazar más fácilmente que las que eran más restrictivas.
Es decir, debes incrementar el consumo de alimentos de este tipo, principalmente peras, manzanas, soja, coliflor o bayas. Estos productos son bajos en calorías, pero muy ricos en las vitaminas y minerales que son esenciales cuando comenzamos a hacernos mayores.
2. Despídete del azúcar
Realmente la recomendación de dejar el azúcar a un lado no es solamente una cuestión de peso, sino también de salud. Y es que, además de conseguir un aumento de peso, también genera otras complicaciones en el ámbito de la salud que son desaconsejables.
Debes saber, además, que las comidas y bebidas azucaradas no llegan a llenarte nunca, pero si te aportan muchas calorías e incluso pueden generar una adicción importante. Por eso es importante que incorpores pautas en tu vida que te permitan dejar el azúcar.
3. Procura cocinar en casa
Comer fuera de casa es una actividad que nos agrada a todos, pero que puede tener serias consecuencias tanto en cuanto a peso como en lo que se refiere a salud. Por eso es crucial que tratemos de reducirlo al menor número de veces posible.
Si te cuesta mucho hacer tu menú a diario, siempre puedes optar por reservar un día a la semana para preparar todas las comidas que vas a necesitar a lo largo de la misma. De esta forma tendrás más tiempo para llevar a cabo una cocina consciente que te permita crear platos equilibrados que te aporten todo lo necesario como para estar sano.
Además, también es importante que trates de alimentarte de una manera más consciente y tranquila. Es decir, masticando bien los productos, comiendo despacio y disfrutando en general de la experiencia, porque de esta forma también te llenarás antes y evitarás caer en picoteos innecesarios.
4. Realiza entrenamientos de fuerza
Sabemos que muchas veces con la edad se tiende a huir de aquellos entrenamientos que están centrados en desarrollar la fuerza de los músculos, pero esto es un error que puede pasarnos factura. Piensa que, como hemos comentado más arriba, con el paso de los años las fibras musculares empiezan a perder su forma, por lo que es esencial que trabajemos para que esto no ocurra.
De esta forma conseguiremos activar nuestro metabolismo para perder peso más fácilmente y no solo eso, también lo protegeremos frente a posibles lesiones y aumentaremos nuestra densidad ósea.
Pero, si prefieres algo más calmado, también puedes optar por realizar una actividad de intensidad más moderada, como es el caso del yoga. Además de tener efectos beneficiosos a nivel físico, este tipo de ejercicio nos permite cuidar nuestra salud mental y favorece un estado de relajación muy necesario en nuestro día a día.
5. Prueba el ayuno intermitente
Finalmente, otras de las acciones que puedes llevar a cabo es el ayuno intermitente. Este tipo de práctica consiste en restringir la ingesta de alimentos a ciertas horas del día para provocar que tu cuerpo utilice la glucosa para obtener energía.
Puedes hacerlo de manera sencilla cenando pronto y no comiendo nada hasta la mañana siguiente, algo que suele ser lo habitual en la vida de cualquier persona e ir ampliando el tiempo hasta llegar a las 12 horas. Diversos estudios han demostrado que puede tener muchos beneficios para la salud como la pérdida de grasa abdominal o un aumento de los niveles de energía.
En cualquier caso, si quieres llevar a cabo este tipo de práctica, sí que te recomendamos que lo consultes primero con tu médico para confirmar que no hay ningún problema en que lo hagas.
Como ves, los consejos que te dejamos son sencillos de seguir y no tienen por qué implicar cambios sustanciales en tu rutina diaria. Te animamos a que los sigas y nos cuentes si finalmente has conseguido tu objetivo de perder peso.