Quizás es la primera vez que viajas a Madrid, y necesitas pasar por los principales puntos de interés de la ciudad para hacerte una idea general de su historia y cultura. Pero en el caso de que ya hayas viajado varias veces, o bien tengas tiempo suficiente, entonces nosotros queremos recomendarte cosas que debes hacer en Madrid al menos una vez en la vida.
Más allá de la Puerta del Sol, la Puerta de Alcalá, el Retiro o los imponentes edificios de la Gran Vía, hay muchísimas cosas en una ciudad de casi cuatro millones de personas. Algunas quizás te resulten más conocidas, y otras seguro que no tenías ni idea de que eran un lugar típico y amado por los madrileños. En cualquier caso, dedicar un día de tu vida a conocer datos de Madrid, seguro que es divertido y nosotros te damos toda la información que necesitas saber… ¡Vamos a por ello!
El listado definitivo de las cosas que debes hacer en Madrid al menos una vez en la vida
¿Qué te parecería saber qué es lo más típico para comer en la capital de España? ¿Dónde se beben los vermús de grifo más típicos? ¿Qué lugares de interés hay más allá de los monumentos más emblemáticos?
Aquí te van diez cosas que hacer en Madrid al menos una vez en la vida:
Comer chocolate con churros en San Ginés
Fundada en el año 1894, y desde ese momento hasta la actualidad, está la chocolatería San Ginés en el callejón con el mismo nombre dando chocolate con churros y porras a cualquiera que desee hacer uno de los planes más típicos de Madrid.
Hoy en día es posible hacerlo durante todo el día, pero también por la noche, y no hay nada más típico que acabar la Nochevieja degustando esta verdadera delicia. ¡Esto es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida, sobre todo si te quieres sentir un madrileño de verdad!
Comprar algún detallito en el Rastro
Cada domingo es posible acudir a la Plaza de Cascorro, en la Latina, a visitar los puestecillos del mercadillo más grande la ciudad. Es el Rastro, y supone todo un evento en Madrid en el que es posible comprar ropa, objetos antiguos, muebles y acompañarlo con unas cañas bajo el sol del verano y del invierno. ¡Llevarse un detallito de tu mañana en el Rastro es una de esas cosas que hacer al menos una vez en la vida!
Y si quieres que te demos un plus de cosas que hacer en Madrid al menos una vez en la vida, también te recomendamos comprar un libro de segunda mano en la Cuesta de Moyano… ¡Contribuir a que este emblemático lugar no desaparezca, es lo más madrileño que puedes hacer!
Comer un bocadillo de calamares en los alrededores de la Plaza Mayor
El famoso bocadillo de calamares madrileño es típico comérselo en la Plaza Mayor, aunque la realidad es que hoy en día hay muchos sitios turísticos que intentan aprovecharse de la costumbre, cobrando el bocadillo a precio de oro. Lo mejor es que vayas a la Campana, en los alrededores de la Plaza Mayor, en la calle Botoneras, que lleva allí desde el año 1870, y sabe perfectamente cómo hacer los mejores bocatas de la ciudad.
Ir a la Pradera de San Isidro cuando llega el 15 de mayo
¿Hay algo más castizo y madrileño que vestirse de chulapo o de chulapa y acudir a la Pradera de San Isidro a disfrutar de la fiesta oficial de la ciudad? Y para culminar uno de esos planes que hay que hacer al menos una vez en la vida, degustar en la Pradera unas típicas rosquillas madrileñas, llamadas las tontas y las listas, que son las lisas y las que tienen glaseado, respectivamente.
Visitar el jardín tropical de la Estación de Atocha
Dentro de la Estación de Atocha, donde seguramente has ido alguna vez para coger un tren, existe un jardín tropical que es muy querido por los madrileños. Las temperaturas suben rápidamente, y durante mucho tiempo era posible disfrutar de un pequeño estanque lleno de tortugas, aunque estas ya no están para protegerlas debidamente.
Subir al tren de la fresa para visitar Aranjuez
¿Algo más madrileño que rememorar parte de su historia? Un plan precioso para el fin de semana es coger el tren de la fresa en el Museo del Ferrocarril. Rememorarás el primer tren de la ciudad, inaugurado en 1851 y además visitarás una de las joyas de la capital: Aranjuez y sus increíbles jardines.
Subir a alguna terraza con encanto para ver el skyline de la ciudad
Y si de vistas se trata, también deberías subir a alguna de las azoteas del centro de la ciudad que permiten combinar tomar algo, con las vistas de un buen atardecer y del bullicio madrileño en su máximo esplendor. Una de las más típicas es la del Corte Inglés de Callao, pero también puedes subir a la del Círculo de Bellas Artes, la del Ayuntamiento o una pequeña y con mucho encanto que se llama Casa Granada, y está en Tirso de Molina.
Si quieres vistas y una actividad muy típica madrileña, también puedes montarte en el Teleférico de Madrid… ¡Alucinarás con la altura que coges en las pequeñas cabinas!
Beber vermú de grifo en alguna taberna castiza
Un vermú de grifo no podía faltar en la lista de cosas que hacer en Madrid al menos una vez en la vida. Aunque cada vez es más difícil encontrar lugares de toda la vida, deberías visitar La Ardosa, detrás de la Gran Vía, las Bodegas Alfaro, en Lavapiés o la Taberna Ángel Sierra, que lleva más de cien años en el barrio de Chueca.
Y si quieres un vermú algo diferente, entonces deberías ir a Casa Camacho, en Malasaña, a probar sus famosos yayos, que mezclan el vermú con la ginebra… ¡Una auténtica delicia que es un clásico de Madrid!
Disfrutar de un atardecer en el Templo de Debod o en el Parque de las Siete Tetas
Un buen madrileño disfruta de los atardeceres siempre que puede, y en la ciudad hay varios lugares que merece la pena visitar al menos una vez en la vida. Uno es el templo de Debod, al lado de Plaza España, que es un templo egipcio con unas vistas alucinantes sobre la zona de Casa de Campo. ¡Perfecto para ver como el sol desaparece!
El otro es un lugar algo más alejado, en el barrio de Vallecas, que es el favorito de los madrileños más conocedores de la ciudad. Es el Parque de las Siete Tetas, llamado así por sus siete colinas, que tiene unas vistas de la ciudad que son increíbles.
Degustar un buen cocido madrileño
Por último también deberías probar al menos una vez en la vida un buen cocido madrileño, uno de los platos insignia de la capital. Restaurantes clásicos como el Malacatín o el famoso L´Hardy, ambos en el centro, son el lugar ideal para hacerlo. ¡Vete con apetito porque alucinarás con toda la liturgia que hay para comerse el cocido!