Tener una vida cómoda en la cual podamos pagarnos una vivienda, alimentarnos e incluso darnos ciertos caprichos, conlleva que tengamos que trabajar. De lo contrario, no podríamos conseguir el dinero que necesito para todas estas cosas.
El problema viene cuando el trabajo se convierte en una dimensión tan importante dentro de nuestra vida que no hacemos nada más que dedicarnos a ello, dejando de lado los ratos de ocio y el descanso.
Todo esto puede tener ciertas consecuencias para nuestro cerebro que pueden terminar afectando a nuestra salud física y mentales. Si quieres saber cuáles son te aconsejamos que sigas leyendo porque te lo vamos a contar en este artículo.
6 consecuencias psicológicas de trabajar demasiado
Trabajar es algo esencial dentro de la vida de cualquier persona, al menos si queremos tener un sustento básico que nos permita mantenernos en nuestro día a día. Pero, en el caso de algunas personas, esto va más allá de estar pendiente durante unas horas delante del ordenador.
De hecho, el trabajo puede convertirse en una auténtica adicción que haga que estemos todo el día pendientes de tareas relacionadas con el mismo. Todo ello con el objetivo de conseguir más dinero, reconocimiento, etc.
Pero esto puede tener serias consecuencias psicológicas y de esto es de lo que vamos a hablarte a continuación. Sigue leyendo y descúbrelas.
1. Ansiedad y depresión
Dos de los trastornos psicológicos que más se relacionan con un exceso de trabajo son la ansiedad y la depresión. En el caso de la primera, tiene que ver con el exceso de tareas al que solemos someternos y que hace que siempre tengamos cosas pendientes que hacer, elevando así los niveles de cortisol que son los que causan la ansiedad.
Con respecto a la depresión, Zadow et al. (2021) realizaron un trabajo para demostrar como el ambiente laboral y el exceso de horas en la jornada de trabajo se asocia a un mayor número de casos de episodios depresivos.
2. Síndrome del trabajador quemado o burnout
Cuando trabajamos en exceso, otra de las cosas que puede ocurrir es que suframos el síndrome de burnout o del trabajador quemado. Este sucede, sobre todo, cuando estamos trabajando por cuenta ajena y nos encontramos ante un clima que provoca insatisfacción laboral.
Este síndrome afecta en muchas cuestiones laborales como la productividad del trabajador, pero también provoca síntomas físicos: dolor de espalda, migrañas, aumento de la presión arterial, etc.
3. Insomnio
El insomnio es un problema muy común en nuestra sociedad y no solamente por cuestiones relativas al trabajo. Pero si es cierto que este puede ser un claro agravante del mismo.
¿Por qué? Porque estamos constantemente pensando en todo aquello que tenemos que hacer, los problemas relacionados con el trabajo, etc. De hecho, aquellas personas que suelen trabajar demasiado suelen dormir menos que las personas que no lo hacen.
4. Problemas de relaciones sociales
Cuando dedicamos demasiado tiempo al trabajo, dejamos otras cosas de lado como son las relaciones sociales con nuestra pareja, familia, amigos, etc. Es decir, damos prioridad a nuestras tareas profesionales frente al ámbito más personal.
Pero esto hace que nos sintamos mucho más solos en el mundo, algo que va a incrementar la gravedad de los síntomas depresivos o que incluso puede predisponernos aún más a tener este tipo de trastornos.
Debes saber que el objetivo de las relaciones sociales va más allá del entretenimiento, ya que también nos ayuda a mejorar nuestro estado anímico, estar más animados y, en líneas generales, mejorar nuestros niveles de felicidad.
5. Deterioro cognitivo
Puede parecer sorprendentemente, pero lo cierto es que trabajar en exceso también puede afectar a nuestras capacidades cognitivas, haciendo que olvidemos las cosas, tengamos mayor dificultad para concentrarnos, etc.
Esto sucede porque, cuando trabajamos a todas horas, tenemos más riesgo de sufrir estrés crónico. Este se caracteriza por unos niveles estables de cortisol, una de las neurohormonas que hace que estemos constantemente alerta, pero que puede terminar afectando a nuestro funcionamiento cerebral.
De hecho, si ves que comienzas a no recordar algunas tareas o tener problemas para planificarte y justo estás pasando por una época de mucho trabajo, debes saber que es algo bastante común. Aunque te recomendamos que intentes atajarlo lo antes posible para no sufrir las consecuencias a largo plazo.
6. Sedentarismo
Finalmente, otra de las cosas que suele ocurrir cuando tenemos una vida laboral muy activa es que nos volvemos sedentarios. Y es que, si ya nos cuesta encontrar tiempo para llevar a cabo todas las tareas que debemos hacer, menos aún vamos a encontrarlo para practicar cualquier tipo de deporte.
El problema es que ser sedentario no trae ninguna consecuencia buena para nuestro organismo y a esto tenemos que sumarle el hecho de tener estrés crónico por un exceso de trabajo. En resumen: una bomba de relojería que seguramente va a hacer que tengamos problemas psicológicos y físicos el día de mañana.
¿Cómo podemos evitar este tipo de problemas psicológicos?
Como acabas de ver, las consecuencias psicológicas de trabajar en exceso son bastante serias y no podemos tomárnoslas en broma. Pero siempre estamos a tiempo de rectificar y mejorar nuestro estilo de vida antes de que sea demasiado tarde.
Por eso te recomendamos:
- Establece una jornada de trabajo con inicio y fin. El problema muchas veces es que dedicamos muchas más horas de las que deberíamos a trabajar y no somos capaces de establecer una hora en la cual debemos dejar de hacerlo.
- Aprovecha los ratos de ocio. Recuerda que no todo es trabajar y que tu cerebro también necesita descansar. Hacer actividades que disfrutas, quedar con otras personas, salir a dar un paseo… Son actividades que tu cerebro agradecerá.
- Recuerda practicar deporte. El ejercicio es bueno para liberar estrés y además mantiene nuestro organismo en óptimas condiciones, así que no hay excusa para no hacerlo.
- No cojas más trabajo del necesario. Aprende a establecer ciertos límites, ya que de lo contrario, siempre vas a tener más trabajo del que puedas realizar.
Esperamos que estos consejos te ayuden a organizarte mejor y a dejar de lado la idea de que el trabajo es tu prioridad principal.