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Mantener nuestras cocinas limpias

Te enseñamos cómo mantener tu cocina impoluta.

cómo mantener cocina limpia

Cómo mantener la cocina limpia

Nos encanta cocinar. Es algo que llevamos dentro y que se puede convertir en una adicción. Nos sentimos realizad@s cuando entramos en la cocina y creamos nuestras recetas y platos preferidos; uno de los momentos preferidos es cuando me atrevo a investigar y probas platos nuevos, me encanta, me siento realmente la madre de la criatura. ¿No os ocurre a vosotr@s lo mismo?

Sin olvidarme del ritual que supone el cocinar. Preparamos todos los enseres y utensilios necesarios, los alimentos que vamos a cocinar, cazuelas y sartenes preparadas… Todo organizado y colocado según orden de utilización. No se nos olvida nada, creemos que lo tenemos todo controlado y organizado. ¿O no es así? A la hora de cocinar no todo depende de que cocinar y guisar nuestras recetas, siempre hay que tener en cuenta si tenemos limpia el centro de nuestro reino: la cocina.

Puede darse el caso o cometer el error de no darle importancia a este asunto y dejarlo como secundario o trivial. Pensamos: “un día de estos tengo que limpiar la cocina”. No es un tema baladí, todo lo contrario, es realmente importante y tan necesario, o más, que el cocinar un buen plato. No debemos de olvidar que todos los alimentos que cocinemos serán degustados por personas y que no podemos jugar con su salud. Aquí es donde radica la importancia vital de mantener limpias nuestras cocinas.

Voy a dejaros algunos consejos y recomendaciones para saber cómo limpiar y mantener nuestras cocinas siempre relucientes y sin peligro de que podamos coger cualquier tipo de infección. Si los seguimos y tenemos en cuenta, siempre tendremos una cocina como los chorros del oro, o como diría mi querida abuela: “En mi cocina se puede comer en el suelo”. Si después de los consejos que voy a dejaros, tenéis alguna duda o problema podéis dejarme un comentario que os contestaré encantada, también podéis recurrir a páginas tan interesantes como asiselimpia.com en donde os aclararán cualquier duda que tengáis para limpiar vuestra cocina o cualquier otra estancia del hogar.

Lo primero que debemos de saber es que para limpiar la cocina tenemos que separarla en dos zonas que deben de estar bien diferenciadas: la estancia en sí y todos los electrodomésticos que utilizamos para cocinar.

Comencemos por los electrodomésticos…

El horno es uno de los electrodoméstico más utilizado a la hora de cocinar, es por ello que tiene un lugar especial en este post y una importancia que no alcanza otros aparatos dentro de la cocina. Os dejo mis mejores trucos para limpiar el horno. Antes de nada, hay que sacar las parrillas y limpiarlas en profundidad, lo mejor para eliminar completamente la suciedad es dejarlas durante varias horas y terminar frotándolas bien con una esponja abrasiva. Ahora toca limpiar el horno por dentro, para ello lo mejor es utilizar una mezcla de agua, un poco de sal y bicarbonato. Para limpiarlo lo mejor es utilizar un cepillo de dientes, estropajo y una espátula de plástico.

¿Y el microondas? ¿Alguna vez os pedíais imaginar que un aparato tan pequeño y simple nos pudiera ayudar tanto en la cocina? Por eso se merece la medalla de plata dentro de los electrodomésticos de nuestra cocina. Para limpiarlo y dejarlo como se merece resulta muy fácil, solo tenemos que mojar un trapo en una solución tibia de agua con jabón y pasarlo tanto por dentro como por fuera del microondas. Nos quedará como nuevo; parecerá que estrenamos electrodoméstico. Si se diera la circunstancia de que existe una mancha difícil y resistente, nada mejor para eliminarla que utilizar una solución de jugo de limón en un recipiente y calentarla hasta que se evapore, hará que se reblandezca la grasa y podremos limpiar sin dificultad la mancha rebelde.

Cuando tengamos que limpiar las vitrocerámicas, siempre hay que hacerlo en frío. Mi consejo es que a la hora de limpiar este electrodomésticos lo mejor es utilizar amoniaco o jabón para lavar la ropa y dejarlos actuar como mínimo durante un hora, para después limpiarlo con una bayeta bien escurrida y secarlos con un paño de cocina.

Llega el momento de limpiar el frigorífico. Lo primero es sacar toda la comida, las baldas y recipientes. Lo siguiente es limpiar toda nevera y sus componentes con agua tibia, mezclada con vinagre y dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Cuando hayamos terminado, hay que secar todo bien y volver a incluir todas las baldas, recipientes y la comida. Si quieres mantener tu frigorífico libre de olores, anda mejor que introducir dentro un limón en un pequeño bol.

Para terminar con los electrodomésticos, debemos de ocuparnos de la campana extractora. Para que quede totalmente limpia, lo primero es sacar los filtros y dejarlos en remojo con agua tibia y jabón durante una hora, pasado dicho tiempo, los sacamos y los volvemos a colocar después de haberlos secado bien. Para terminar, limpiamos muy bien la parte exterior de la campana con un trapo mojado en agua y jabón.

Llega la hora de limpiar la estancia…

Limpiar los azulejos. Para que esta tarea nos resulte de lo más fácil y cómoda la mejor opción es envolver una escoba con un paño suave y utilízala para eliminar todo el polvo acumulado en los azulejos y paredes. Para quitar toda la grasa acumulada obtener una mezcla de agua con detergente líquido y vinagre. Límpialos con una esponja mojada en esta solución para terminar enjuagando todas las paredes.

Todas las encimeras que tengas en la cocina hay que limpiarlas todos los días; no olvides que en ellas se manipulan la mayoría de los alimentos que utilizamos para guisar. ¿La manera más fácil de limpiarlas? Agua caliente y jabón, pasando una bayeta por toda la encimera y sus rincones. Antes de comenzar con la limpieza que no se te olvide vaciar todas las encimeras de cacharros y utensilios y recoger todas las migajas y restos de comida.

Por último, vamos a limpiar el suelo de nuestra cocina. Antes de fregarlo, hay que barre para eliminar toda la suciedad superficial y migajas que existan en la superficie. Antes de fregar el suelo ten en cuenta la superficie de la que está hecho; no es lo mismo fregar parquet o tarima que gres. Llenamos un cubo hasta la mitad con agua templada y añadimos la cantidad recomendada para el friegasuelo. Friega todo el suelo con movimientos circulares y alargados. Para aclarar toda la superficie, cambia el agua del cubo por agua fría y pasa de nuevo todo el suelo con la fregona.

Y ya está. El resultado seguro que sorprende; parecerá que estás estrenando cocina nueva. Te sentirás orgullosa de lo brillante y reluciente que ha quedado. Invita a alguna de tus amigas o vecinas a tomar el café en la cocina, cuando la vean, sin lugar a dudas que te preguntarán qué es lo que has hecho para tener una cocina tan limpia.

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