En la ciudad de Cambo-les-Bains, situada en el departamento Pirineos Atlánticos de Francia, en el siglo XVIII se originó una variedad de pastel conocido como bistochak. Un siglo después, su rico sabor lo hizo muy popular entre los viajeros de aquellos lares, quienes lo denominaron Pastel Vasco, por ser dicha región parte del llamado País Vasco Francés.
Hoy en día este plato se ha convertido en un referente de la gastronomía vasca, y una forma de disfrutar un saludable y energético postre, que te llenará de vitalidad. Para que lo disfrutes, compartimos contigo una receta de pastel vasco, tan dulce que no te resistirás
El pastel vasco tradicional emplea como relleno frutas silvestres del norte de la península ibérica: moras, cerezas, arándanos, higos y otras abundantes en los caseríos de la zona. Sin embargo, en su versión moderna, que es la más difundida en la actualidad, se usa crema pastelera en lugar de frutas.
Ingredientes
Para preparar un pastel vasco para 8 personas, requieres los siguientes ingredientes.
Para la masa:
- 300 g de harina.
- 200 g de azúcar.
- 200 g de mantequilla.
- 2 yemas de huevo.
- 1 huevo.
- 1 limón.
- 1 cucharada pequeña de levadura.
- 1 yema de huevo para dorarlo.
- Sal al gusto.
Para el relleno:
- 250 ml de leche.
- 50 g de harina.
- 50 g de azúcar.
- 2 huevos.
- 2 yemas de huevo.
- ½ vaina de vainilla.
Cómo hacer un pastel vasco
El procedimiento de elaboración de este rico pastel es sencillo, como puedes ver a continuación.
- Corta la mantequilla en trozos pequeños, para facilitar que se mezcle con el resto de los ingredientes, y reserva. Toma el limón y ralla su cáscara, para obtener su mondadura.
- Separa en dos huevos, las yemas de las claras. Toma otro huevo y bate su contenido en un recipiente hasta homogeneizarlo. Reserva cada uno de ellos por separado.
- Coloca 300 g de harina en un bol y haz un hueco en el medio, para darle forma de corona. Vierte en el hueco las dos yemas de huevo, huevo batido, levadura, 200 g de azúcar, sal al gusto, mantequilla y la mondadura del limón.
- Amasa la mezcla para homogeneizarla y eliminar el aire atrapado. Luego haz una bola con la masa, y llévala al refrigerador cubierta con un paño enharinado, por dos horas.
- En un recipiente a fuego medio, calienta la leche junto a media vaina de vainilla. En una terrina coloca 50 g de azúcar, 2 huevos enteros batidos y dos yemas de huevo. Bate la mezcla con una cuchara de madera hasta que la blanquees. Entonces espolvorea en ella 50 g de harina y agrega sal al gusto. Incorpora la leche caliente poco a poco, sin dejar de batir.
- Coloca la mezcla en una cacerola y llévala a fuego bajo. Bate la mezcla constantemente, hasta que esta adquiera una consistencia más espesa. Retira la cacerola del fuego, y sigue batiendo hasta que la crema se enfríe.
- Una vez lista la masa y el relleno, procede a precalentar el horno a 180 °C.
- Toma un molde de hornear profundo, engrasa su interior con mantequilla, y luego espolvoréalo con harina. Agarra la bola de masa, y divídela en dos partes, en proporción de 1/3 y 2/3. En una superficie plana enharinada procede a extender, con la ayuda de un rodillo, cada una de estas partes.
- Coloca la porción de masa mayor en el molde, dejando que sobresalga de sus bordes. Con un tenedor, pincha unas cuatro veces la masa que está en contacto con el fondo.
- Vierte la crema sobre la masa, y luego coloca la segunda porción de masa en forma de tapa. Une los bordes de las dos capas de masa, humedeciendo y pellizcándolas. Luego dora la tapa, pintando con un huevo.
- Lleva el recipiente al horno, y deja que se cocine por 35 minutos. Retíralo y déjalo enfriar antes de servirlo.
Ya el delicioso pastel vasco está listo para engalanar el paladar de los comensales. Te recomiendo disfrutarlo en compañía de un Coctel San Francisco, para que conjugues los sabores frutales de esta bebida con el gusto de la masa del pastel.