El romántico es uno de esos estilos decorativos que, de un modo u otro y en su justa medida, nunca pasan de moda. Es cálido, es acogedor y crea un ambiente sosegado muy agradable para disfrutar de esos momentos de relax que todos necesitamos. Ahora que se acerca San Valentín, es el momento perfecto para dar ese toque íntimo al salón e ir preparando el escenario para una velada inolvidable.
No hay que tener miedo a introducir esos elementos decorativos que le darán un aire mágico a la estancia. Romántico no es sinónimo de cursi ni de empalagoso. Además, hay un buen número de colores, telas, complementos y accesorios que pueden ayudar a conseguir un salón en el que realmente nos sintamos a gusto y sin caer en los excesos.
Las mejores ideas para un salón muy romántico
La gran apuesta para un salón romántico son los colores. Si en tu salón domina el blanco, perfecto, solo tendrás que introducir algunos complementos para darle esa pincelada que estás buscando. Lo puedes conseguir con complementos en colores pastel, que son los otros grandes protagonistas. Hablamos de azules, verdes, rosas o amarillos que no necesariamente tienen que ser muy claros, también se pueden combinar en tonos medios.
La manera más sencilla de introducir esos colores es colocando cojines en el sofá. Puedes combinar varios de diferente forma y tono, incluso con algún estampado floral, que también puedes elegir para las sobrecortinas. Otra forma sencilla es con algún plaid o manta calentita, estupenda para esos momentos compartidos charlando o viendo una peli.
Si no eres muy de colores pastel, la combinación de beiges y crudos con blanco también funciona. En este caso, puedes jugar con cojines en tonos visón algo más oscuro y que tengan texturas pronunciadas, como pueden ser ochos o nudos. Por supuesto, pueden llevar elementos ornamentales como borlas o flecos.
Y, volviendo a los motivos florales, son el toque imprescindible en un salón de aires románticos. No es necesario exagerar, un pequeño bouquet sobre una mesita auxiliar será suficiente en un salón pequeño. Si se coloca en un jarrón de cristal de aires vintage o de artesanía en barro, mucho mejor.
¿Qué más te puede ayudar a crear esa atmósfera romántica? La iluminación, que debe ser siempre cálida. Y si colocas unas velas aromáticas por aquí y por allá, mucho mejor para crear un ambiente íntimo. Algún detalle en un acabado dorado envejecido, como pueden ser una lámpara de mesa o un espejo en la pared, y una alfombra gruesa o de fibras naturales servirán para dar el toque definitivo tu salón.
Shabby chic, el estilo romántico por excelencia
Si prefieres apostar fuerte y convertir la estancia en un escenario absolutamente romántico, apunta este nombre: shabby chic. Es una mezcla de estilo rústico y clásico con toques románticos y vintage. El resultado son estancias elegantes, acogedoras y muy, muy románticas. Si quieres dar al salón estilo y personalidad propios, los conceptos básicos del shabby chic son un buen punto de partida.
Vamos con los detalles. Shabby significa algo así como desgastado. ¿Cómo se aplica en decoración? Básicamente, este es un estilo que apuesta por el reciclado, por dar una segunda vida a muebles antiguos. Muebles generalmente de líneas muy clásicas, con formas redondeadas y muchos elementos ornamentales a los que se les da un acabado decapado muy característico y casi siempre en blanco.
El contrapunto lo ponen la madera y las fibras naturales como el mimbre o el yute. De esta forma, en el salón puedes poner algún mueble auxiliar en madera sin tratar, o accesorios como cajas o cestas de artesanía. El shabby chic también apuesta por los metales envejecidos o la forja, por ejemplo, en lámparas de techo en forma de araña o en candelabros para poder colocar esas velas que ofrecerán una ambientación muy romántica cuando estén encendidas.
Y, por supuesto, no pueden faltar los motivos florales como grandes protagonistas. Como hablamos del salón, no pueden faltar los jarrones con flores naturales o secas, o los cuadros de escenas campestres. Pero este estilo va un poco más lejos y llena también de motivos florales los cojines, las cortinas o incluso las paredes, forradas con papel pintado.
En cualquier caso, si decides optar por este estilo romántico más acentuado para tu salón, ten en cuenta que va a condicionar la decoración de toda la vivienda y que puede llegar a cansar. De todos modos, de él puedes tomar un sinfín de ideas para dar ese toque de romanticismo a tu salón sin necesidad de renovarlo por completo.