Son piezas de mobiliario que sirven casi para todo. Los pufs son un magnífico complemento de decoración, nos dan asientos extra y en ocasiones también nos sirven como espacio de almacenaje. Además, son tan versátiles, de tamaño tan reducido y los hay en tantos modelos diferentes, que se pueden colocar en cualquier rincón de la casa y dar un toque de estilo muy particular gracias a ellos.
Esa versatilidad hace que los pufs se conviertan en elementos casi imprescindibles, de hecho, ¿en qué casa no hay alguno? Pero no hay que verlos como una pieza auxiliar, sino como una pieza de enorme valor en la decoración y en la personalidad de nuestro hogar. Sacarles todo el partido posible no es complicado. Solo tienes que ver estas ideas que te proponemos a continuación.
Tipos de pufs que puedes usar en decoración
Antes de elegir los pufs que tu hogar necesita, conviene que tengas en cuenta esa variedad de modelos y no solo en tamaños o en formas, también en materiales. De esta manera, los puedes encontrar revestidos en todo tipo de telas, en piel, en fibras naturales y hasta en punto. Este aspecto es importante porque los pufs deben combinar con la decoración de tu hogar. Por ejemplo, estampados atrevidos en una terraza boho, terciopelo en un dormitorio clásico o cuerda en un salón de aires nórdicos.
Pero hay otro aspecto importante: el uso de esos pufs. ¿Por qué? Por que no es lo mismo un puf que solo va a servir de elemento decorativo que otro que va a tener una función específica, como puede ser de almacenaje. Es ahí donde entran los diferentes diseños: con tapa o sin ella, de mayor o menor altura, con patas o compactos, etc.
Pufs prácticos y decorativos para el salón
Es tal vez en el salón donde los pufs dan más juego. Hay mil maneras de usarlos, y no solo como complemento decorativo. Si necesitas alguna idea, estas son solo algunas que puedes copiar:
- Los pufs son perfectos para separar la zona de estar del resto del salón sin sobrecargar visualmente el espacio. Puedes poner dos iguales o diferentes, según el efecto que quieras conseguir y el espacio que tengas disponible.
- Además, los pufs son una forma de introducir una nota de color en salones fríos o sosos. Solo debes tener cuidado de que esos colores combinen con la decoración. Busca colores complementarios o que lleven alguno de los tonos dominantes en el salón.
- También pueden añadir algo de calidez, si optas por pufs de tejidos como el borreguito o una tapicería de pelo largo.
- En un salón, por otra parte, un puf puede servir de reposapiés, siempre que no sea excesivamente alto. Y si es grande, podrás transformar el sofá en chaise longue sin problemas.
- Un puf, redondo o cuadrado, puede hacer de mesita auxiliar, cuidando que la tapa sea firme. Los de mayor tamaño son mesas de centro llamativas y muy decorativas.
Un dormitorio con mucho estilo gracias a los pufs
También hay ideas muy vistosas para decorar la habitación con pufs. Por ejemplo, puedes sustituir el típico descalzador a los pies de la cama por dos pufs. También los puedes convertir en mesillas si buscas un toque romántico. Y, para un tocador, no hay nada con más encanto que un puf en terciopelo.
Si el dormitorio es pequeño, opta por modelos de tamaño reducido y en colores claros. Y mucho mejor si tienen patas porque a nivel visual resultan mucho más ligeros. Si lo que quieres es un rincón para desconectar, entonces puedes colocar uno de esos pufs grandes de tipo pera que envuelven y que resultan supercómodos. Por cierto, estos últimos son geniales para habitaciones infantiles. En lo que respecta a las tapicerías, aplica los mismos consejos que en el salón, buscando siempre un equilibrio cromático. Pero el dormitorio permite jugar más con texturas y acabados. ¿Qué te parece unos pufs en capitoné o con una base dorada? Si quieres dar un aire romántico al dormitorio son ideales.
Pufs para vestir la terraza: un genial elemento de decoración
En la terraza, los pufs son siempre una buena idea. Si es amplia, porque permiten tener esos asientos extra que siempre hacen falta cuando tenemos invitados. Además, quedan geniales si tienes una zona chill out. Pero si esa terraza es pequeña, siempre puedes sustituir el sofá por pufs blanditos, que ocupan mucho menos espacio y son igual de cómodos. Con pufs, además, podrás tener esa terraza de aire bohemio, romántico o con un toque oriental que estás buscando. Los puedes elegir en todo tipo de colores, de estampados y de materiales, siempre quedarán bien, mucho más si los combinas con una alfombra.