Es posible que hayas oído hablar de él, del diseño biofílico. Pero también es posible que no tengas muy claro en qué consiste exactamente y de qué forma puede integrarse en la decoración de nuestras casas. Lo cierto es que si decimos que es una apuesta por llevar la naturaleza a edificios y a interiores es fácil que puedas hacerte una primera idea de lo que significa.
Pero la decoración biofílica va mucho más allá. Es una manera de crear espacios para vivir, hogares menos agresivos, mucho más relajantes. Se trata de conseguir que nuestras casas sean de verdad oasis en los que sentirnos bien en todos los sentidos y en los que podamos ganar en esa calidad de vida que a veces perdemos en la vorágine del día a día o la gran ciudad.
Qué es la decoración biofílica
Literalmente, biofilia significa “amor a la vida”. Puede parecer algo ambicioso aplicarlo a la decoración, pero es posible. Ahora bien, ¿de dónde procede el significado que hoy se le da al término? Hay que remontarse a la década de los 80 del pasado siglo, cuando lo ideo un biólogo Edward Wilson. El desarrolló la idea de que existe una estrecha vinculación del hombre con la naturaleza y que esa relación es vital para un adecuado desarrollo personal en todos los aspectos, físico y mental.
Al aplicar este concepto a decoración, lo que surgen son espacios en los que la naturaleza se introduce en los hogares a través de diferentes elementos. Ya no solo se trata de esas plantas que de un modo u otro están ya presentes en muchas casas. Se trata de introducir otros elementos como son el agua o materiales naturales de todo tipo, como madera o piedra. Y todo ello, sin olvidar el papel fundamental de la luz natural para aportar calidez a los espacios.
Los beneficios del diseño biofílico son destacados. Es un tipo de decoración que contribuye, en primer lugar, a crear ambientes más saludables, gracias a esas plantas que purifican el aire y a una adecuada ventilación de los espacios. Y, en segundo lugar, es un estilo que crea interiores que facilitan la relajación, reduciendo así el estrés y, con ello, favoreciendo la salud a todos los niveles.
Cómo introducir el diseño biofílico en el hogar
Una de las ventajas de este tipo de decoración es que no resulta complicado introducirla en casa. El punto de partida pueden ser esas plantas que decoran y aportan vida a los espacios. Hay que tener en cuenta que las plantas no solo solo para el salón, se pueden colocar en cualquier lugar de la casa, desde el pasillo a la cocina o el baño. Simplemente, conviene elegir especies que resistan bien en condiciones de poca luz o niveles elevados de humedad.
Pero si hay un elemento cada vez más presente en interiores son los jardines verticales. Tapices vegetales para cubrir paredes enteras en el salón o el dormitorio. Y no hay que preocuparse por ellos, se pueden elegir plantas liofilizadas. Son plantas tratadas para mantener su aspecto natural, pero que no necesitan agua ni cuidados.
Materiales sostenibles en mobiliario y accesorios decorativos
Aunque las plantas sean protagonistas, también lo son los materiales naturales. En ese sentido, hay que hablar de madera sin tratar o recuperada en mobiliario. También de fibras vegetales como el yute o el ratán, o de otros materiales que van desde el bambú al mimbre o a diferente tipos de piedra. En revestimientos, la madera no es la única protagonista, también el corcho y tapices hechos con lana o con esas fibras vegetales.
Alfombras, lámparas y accesorios de decoración en esos materiales naturales son también protagonistas y, junto a ellos, la seda, el lino o la lana en textiles. Todos ellos son materiales orgánicos que crean ambientes acogedores y, ante todo, serenos y tranquilos. En este estilo, todo aquello que sea sintético se debe evitar en la medida de lo posible, también aquellos otros materiales que, aun siendo naturales, estás tratados con químicos o procedimientos contaminantes.
Otras claves del diseño biofílico
Con lo visto hasta el momento, ya puedes trasforma tu hogar en un espacio mucho más habitable, en un lugar para vivir de verdad. Pero aún puedes aplicar algunas otras ideas para conseguir una casa casi, casi, perfecta:
- Utiliza colores que conecten con la naturaleza: ocres que recuerden a la tierra y a los campos, azules que te hagan imaginar el mar o el cielo o verdes que te trasladen a bosques. Lo ideal son siempre colores claros.
- Formas orgánicas: no solo los colores y los materiales pueden trasladarnos a la naturaleza, también las formas. Formas, en concreto, redondeas y sinuosas.
- Juega con las texturas: la naturaleza es un mundo de texturas muy diferentes. Teniendo en cuenta que la paleta de colores es limitada, no tengas miedo a mezclar texturas para dar algo de dinamismo a los espacios.
- Conecta espacios interiores y exteriores: si tienes terraza o jardín, ábrelos a casa. Evita cortinajes pesados o, directamente, retira las cortinas.
El diseño biofílico lleva tiempo abriéndose hueco en las tendencias en decoración y todo apunta a que irá ganado protagonismo y se quedará en ellas durante mucho tiempo. Por ello, si quieres darle un nuevo aire a tu casa y hacerla más agradable, no dudes en aplicarlo.