El estilo étnico regresa con fuerza a las tendencias en decoración cada cierto tiempo. Pero es un estilo que nunca pasa de moda completamente, por eso, una buena idea es introducir en la casa pequeños toques que nos lo recuerden. Y estos tiempos en los que se lleva todo lo natural es un momento inmejorable para hacerlo.
Una de las grandes ventajas de este estilo es que consigue crear ambientes llenos de vida y, a la vez, muy acogedores. Ambientes donde el color introduce notas alegres en la decoración y donde los materiales naturales y la artesanía aportan mucha personalidad. Y todo ello teniendo en cuenta que dentro de este estilo hay un sinfín de subestilos entre los que elegir. ¿Cuáles son su claves? Vamos a verlo.
Materiales naturales: los reyes de la decoración étnica
En una decoración de estilo étnico no pueden faltar los materiales naturales. Y se pueden introducir de mil formas diferentes. Por ejemplo, con un sillón de ratán en el salón, con una cabecero de bambú o con lámparas de mimbre. Más ideas: alfombras de yute, cestas de fibras vegetales o maceteros de sisal.
La madera es la otra gran protagonista en la decoración étnica. Pero madera preferiblemente sin tratar, en bruto. En ese sentido, unos taburetes o unas mesas hechas con simples troncos pueden ser la clave para dar ese punto étnico que estás buscando para tu casa. Pero no solo en acabados naturales, esa misma madera teñida de negro también tiene cabida en este estilo.
Motivos geométricos y tribales
Esos diseños de aires árabes o aztecas en los que las protagonistas son las formas geométricas son otra de las claves del estilo étnico, al igual que los motivos tribales que nos recuerdan al continente africano. Puedes introducirlos con una alfombra tipo kilim en el dormitorio o el salón. También puedes hacerlo con los textiles en las tapicerías de un sillón o butaca o colgando un bonito tapiz para dar relevancia a alguna pared.
Objetos de artesanía
Una de las ventajas del estilo ético es que nos permite viajar por el mundo sin movernos de casa. La artesanía es una de las formas de expresión básicas de los diferentes pueblos. Por eso, es también una forma estupenda de dar ese aire étnico a cualquier estancia de la casa. Aquí también tienes miles de posibilidades.
Hemos mencionado las alfombras y los tapices, pero también puedes elegir platos de cerámica tradicionales, objetos de cuerda, figuritas, máscaras, herramientas tradicionales, etc. Colocados sobre algún mueble o decorando las paredes darán a las estancias ese toque diferenciador que buscas. Cuadros o fotografías que evoquen países lejanos son una alternativa perfecta.
Colores en un estilo étnico
Los colores predominantes va a ser siempre esos que nos unen a la tierra y nos recuerdan a la naturaleza. Hablamos sobre todo de tonos ocres, marrones, beiges o grises. Tonos neutros que combinan a la perfección con otros más intensos como son terracotas, rojos, naranjas o azules. Pero recuerda que hay diferentes subestilos y que también puedes optar por una decoración mucho más colorista, como es la de influencia árabe o hindú.
Las plantas, otro imprescindible en la decoración étnica
La vegetación es otra gran protagonista. Lo hace en forma de plantas de todo tipo, desde el porte de bambú, el ficus o la palmera a esos cactus de pequeñas dimensiones o plantas colgantes que se colocan en muebles o maceteros de cuerda o mimbre. El tipo de planta deberás elegirlo teniendo en cuenta el resto de los elementos de es decoración étnica.
Pero no solo al natural, las plantas también se introducen en los textiles en forma de estampados. Opta por modelos con algo de color si la decoración es muy neutra o por motivos en blanco y negro si no quieres que destaquen de manera excesiva. Si te apetece, esos motivos vegetales también los puedes incluir a través de mobiliario, por ejemplo, en esos motivos florales tan atractivos de la decoración árabe.
Ante todo, prima lo auténtico
Todas estas claves te permitirán crear ambientes muy personales y con un estilo muy marcado. Pero la manera definitiva de conseguir estancias espectaculares es hacerlo con piezas auténticas. Si viajas, tienes la oportunidad perfecta de hacerte con esos tapices o figuritas tradicionales tan vistosos.
Pero si no tienes la oportunidad, siempre puedes intentar hacer tú mismo alguna pieza o decorar algún mueble. Todo lo que esté hecho a mano encaja perfectamente en este estilo, desde un simple macetero de macramé a un mueble decorado con motivos geométricos sencillos. Y, si no, siempre podrás encontrar piezas atractivas en tiendas de antigüedades o mercadillos.
