La cebolla, esa infaltable aliada en todo sofrito y la responsable de conseguir ese delicioso sabor en todo plato que se precise de mantener cierto nivel de sabor y de gusto gourmet. Pero ¿quién se atreve a cortarla sin llorar? Hoy develaremos los trucos infalibles de los expertos para lograr el perfecto manejo de esta hortaliza y eliminar cualquier preocupación por su muy conocida capacidad para hacerte llorar.
La cebolla está repleta de beneficios pero también de sustancias químicas como por ejemplo aminoácidos sulfoxidos, variedades de enzimas y azufre que son los responsables de la liberación de ciertos gases que son conocidos por su alta capacidad para irritar nuestros ojos y vías respiratorias, logrando producir ese inconfundible lagrimeo tan característico de todo el que enfrenta a las cebollas en la tabla de picar.
¿Es posible evitar llorar cuando cortas cebolla?
Los conocedores del tema dicen que si es posible, y para ello hemos logrado esta excelente recopilación de los trucos más usados por las personas a la hora de enfrentarse a las temidas cebollas. Veamos de qué se trata.
Truco del agua
Llama primordialmente la atención el truco de pelar la cebolla, partirla a la mitad y sumergirla de inmediato en agua helada durante algunos minutos. Seguidamente puedes retirarla del agua y proceder a picarla o cortarla como de costumbre.
La alinasa es la responsable directa de llorar cuando cortas la cebolla, esta sustancia emite una molécula llamada propanotial, una especie de aceite sulfurado que irrita las fosas nasales y produce el lagrimeo.
Vinagre para evitar las lágrimas
Otra solución efectiva es la de humedecer el cuchillo con el cual trabajaras la cebolla en vinagre. También es recomendable sumergir la cebolla en vinagre por al menos 10 minutos y luego proceder a picarla.
El efecto de congelación
Para minimizar los efectos de la cebolla sobre su capacidad para hacerte llorar los expertos también recomiendan colocarla en el congelador durante al menos 10 minutos. Esto porque el frío logra atenuar las sustancias irritantes que la cebolla contiene, restándoles mucha potencia y permitiendo que puedas ganar la batalla sin derramar una sola lágrima.
Una cuestión de posición y de un cuchillo de calidad
La más recomendada y la que parece tener más rigor científico es la de mantener una postura adecuada al momento de cortar la cebolla y siempre trabajar con un cuchillo lo más afilado posible, con la firme intención de mantener cortes precisos donde se minimice el riesgo de aplastamiento de la cebolla y así evitar que ella desprenda las sustancias antes mencionadas causantes de irritar las mucosas.
En cuanto a la postura es importante mencionar que la tabla de cortar debe de estar lo más alejada de tu perfil, siempre conservando los brazos de forma perpendicular a la cara, de esta forma los gases no irían directamente a tu rostro.
¿Y los chefs famosos que dicen sobre las cebollas y las lágrimas?
El famoso cocinero británico Gordon Ramsay ha logrado explicar al detalle cómo funciona su truco, y no es más que conseguir utilizar un cuchillo de calidad aunado a una excelente técnica de cortado rápido, con ello logras rapidez y efectividad de corte, lo que minimiza la exposición a las enzimas que la cebolla desprende y por ende evitas el lagrimeo. Y un punto a considerar de este chef que también recomienda no tocar la parte pegada al rabo de las cebollas, la cual se debe de eliminar por ser allí donde se acumulan la mayor cantidad de estas enzimas.
También están las explicaciones de otro chef famoso como lo es Jack Scalfani, quien asegura que simplemente descartando el bulbo interior de las cebollas lograras evitar el lagrimeo al momento de procesarlas.
Para los amantes de la cocina cortar es una práctica diaria y necesaria que debe de cultivarse para ser todo un experto, aunque muchas veces trae sus desventajas como por ejemplo el hecho real de peligro al consumir sandia o melón cortados, pero lo importante es conocer todos estos trucos y todos estos conocimientos que sin lugar a dudas aportaran su grano de arena para que puedas convertirte en todo el experto que quieres ser.