La casa, a veces, nos da bastantes quebraderos de cabeza. Sobre todo, si no eres un manitas, y notas con el tiempo que hay muchas cosas siempre por mejorar y arreglar. Y la pintura en las paredes es una de ellas. Una buena mano de pintura o dos es la mejor forma de cambiar el aspecto de una habitación hasta el punto de que, incluso, parezca otra y, que además, no te cueste casi dinero ¡Te hablamos de ello!
Puede que nunca te hayas planteado pintar tú misma una habitación, pero debes saber que aporta mucha satisfacción. Para empezar, hacer una misma las cosas hace que te sientas mucho más realizada y segura de que puedes hacerlo, ya que se trata de una tarea muy sencilla que, en realidad, todo el mundo puede hacer. Tan solo es necesario tener un poco de tiempo y echarle ganas, verás que al final los beneficios serán mayores que el esfuerzo y tu casa puede dar un cambio de 360 grados.
Qué debes tener en cuenta para pintar tu habitación
Lo primero de todo es cerciorarte de que cuentas con las herramientas necesarias y de calidad para que tus paredes tengan un buen acabado y duren. Y ¡no te preocupes al inicio por los resultados! Porque si sigues nuestros consejos, te va a quedar igual que a un experto en la materia.
Estos son los materiales y herramientas que vas a necesitar:
Herramientas: Rodillo o pincel pequeño para espacios pequeños y rincones, brochas, una espátula y una lijadora, palo extensible para el rodillo y la bandeja para la pintura, masilla para tapar agujeros e imperfecciones.
En cuanto a los materiales necesitarás: plástico protector para evitar manchas en el suelo y muebles, y cinta de carrocero para cubrir los zócalos, si lo ves conveniente y espacios donde crees que pueda salpicar la pintura.
Los 6 pasos para pintar como un profesional
1. Eligue el color de la pintura
Un color que te guste, para empezar, pero además que aporte luz y parezca más espaciosa, por ejemplo la gama de los blancos ya que, existen muchas formas de darle otro aspecto a una estancia gracias a la pintura. Eso sí, asegúrate de que la pintura es buena y de calidad, ya que a la larga es mejor y lo agradecerás.
2. Protege tu área de trabajo
Hazlo en la zona donde vayas a pintar, al final, poner un plástico debajo de cada área donde vayas a empezar te ayudará a proteger el suelo y todos los objetos de alrededor de cualquier salpicadura. Esto solo te llevará cinco minutos y tan solo es coger el plástico y colocarlo en la estancia. Te asegurarás que nada se mancha y te ahorrarás el trabajo de luego limpiar lo que hayas manchado.
Ahora, con respecto a la cinta de carrocero para los bordes, creo que esto es una preferencia personal. Si es tu primera vez, tápalo, aunque con la práctica verás que no hace del todo falta.
3. Limpia y lija las paredes antes de pintarlas
Este es un paso bastante necesario. Las paredes, sino lijadas por completo, al menos deberán estar completamente limpias de polvo, aceites o cualquier tipo de grasa. Sino, el resultado no va a ser óptimo. Puedes darle una mano rápida con la ayuda de un paño empapado de una mezcla en un barreño de agua tibia con un detergente de lavar los platos.
Y si hay zonas en las paredes que no salgan con el detergente, usa la lija. De esta forma arrancarás la suciedad más rápido o puedes eliminar cualquier imperfección.
3. Usa un rodillo de 18 pulgadas y un palo extensible
Con este rodillo, serás capaz de pintar la primera capa de un mural en menos de quince minutos. Si normalmente suele usarse un rodillo de 9 pulgadas, al final uno de 18x 46 cm te ahorrará mucho trabajo y esfuerzo, y el resultado es igualmente muy bueno. Así, casi podrás darle una segunda capa en el mismo día que te pongas a pintar. Pero como truco adicional, debes saber que es importante saturar completamente el rodillo con la pintura, así que, enróllalo en la pintura de la bandeja varias veces para cubrirlo por completo.
Puedes probar a pasar el rodillo por la pared y si queda como rayada, no lo has cargado con suficiente pintura.
4. Difumina los bordes con un pincel
Cuando estés bordeando con una brocha, asegúrate de esparcir bien la pintura hacia los lados, lejos de los bordes y hacia el resto de la pared. Esto te ayudará a evitar una línea áspera visible y permitirá que la pintura se difumine y se mezcle perfectamente con el resto del muro. Puedes conseguir eso con un pincel pequeño de un ángulo de entre 1 y 2 pulgadas de ancho.
Agrega un poco de pintura al cepillo y arrástrala a lo largo de la línea de los bordes. Luego, con ayuda de la brocha, tira de la pintura hacia arriba y dentro de la pared para que se mezcle con el resto de pintura.
5. Repasa las imperfecciones y ¡listo!
Una vez que haya aplicado una ó dos capas a cada pared, deja primero que se seque de dos a cuatro horas mínimo, y después retira las cintas que hayas colocada en los zócalos, ya que si esperas a que la pintura esté del todo seca, lo más seguro es que te la lleves. Esto es importante.
Una vez que se haya secado la pintura del todo, entonces sí, retira las cintas y puedes quitar ya los plásticos también. Limpia las brochas y los rodillos con jabón y agua tibia para asegurarse de que están en buenas condiciones, por si quiertes volver a pintar de nuevo en otra habitación y ¡ya lo tienes listo! Con un poquito de atención, ganas y paciencia tu estancia puede estar lista en tan solo un día.
¿Te vas a animar a probarlo?