Este invierno promete ser uno de los más complicados en lo que llevamos de siglo. Y es que, pese a que aún no hemos tenido que encender la calefacción, la subida de precios que ha experimentado el gas hace que muchos usuarios tengan dudas sobre si van a utilizar la calefacción este invierno.
Desde el verano, los precios han hecho que las facturas de suministros se dupliquen, afectando seriamente al bolsillo de los usuarios. Por eso hoy te traemos una alternativa que puede ayudarte a ahorrar de una manera muy sencilla, continúa leyendo para conocerla mejor.
Termos acumuladores de calor, la alternativa para ahorrar calefacción
Quizás nunca hayas oído hablar de estos dispositivos, y es que pese a su utilidad, no son demasiado conocidos. No obstante, los acumuladores de calor se han convertido en una de las mejores opciones para todas aquellas personas que van en busca del ahorro.
Estos pequeños aparatos tienen una función muy similar a la de las bolsas de agua caliente que usaban antiguamente nuestros abuelos. Nos permiten introducirlas en la cama o cualquier otro lugar durante las noches más frías para retener el calor y así no tener que encender la calefacción.
No obstante, a día de hoy cuentan con diversas mejoras que hacen que su función vaya más allá de la de calentar camas. Dada su gran potencia, nos permiten proporcionar calor a espacios mucho más amplios, si bien esto también va a depender del modelo que compremos.
Su funcionamiento es muy sencillo, tan solo tenemos que conectar el enchufe del aparato a la corriente de nuestra casa durante unos 3 minutos. Cuentan con un piloto señalizador que nos avisará cuando se encuentre totalmente cargado, además de un doble sistema de seguridad para hacer que el producto no se queme y detener la carga en caso de que nos olvidemos de que está enchufado.
Una vez ya lo tengamos cargado, solamente tendremos que desenchufarlo, introducirlo en la funda que suelen traer y disfrutar del calor que nos proporciona. Porque, una vez lo hayamos quitado de la corriente, el piloto se apagará y el aparato comenzará a elevar su temperatura de manera exponencial hasta que, finalmente, se enfríe por completo.
De hecho, la funda del acumulador de calor está especialmente pensada para evitar posibles quemaduras en caso de que acerquemos demasiado el aparato a nuestro cuerpo. Si bien no es recomendable que coloquemos el aparato cerca de personas o animales, puesto que podrían sufrir heridas dada la alta temperatura a la cual se sitúa el acumulador de calor.
Otra precaución que debemos tener de manera adicional, es la de no volver a cargar el aparato hasta que se haya enfriado completo porque podríamos estropearlo. El ciclo completo depende del aparato en sí que compremos, si bien es cierto que suele ser de aproximadamente dos horas.
Con respecto a donde adquirir este producto, existen muchas plataformas de venta online habitual en la que podemos encontrar acumuladores de calor a muy buen precio. De hecho, el que has visto en esta imagen se encuentra a la venta en Amazon por un coste de unos 32 euros, un precio más que asequible, teniendo en cuenta que puede ayudarnos a pasar el frío de una manera mucho más agradable.
Como ves, estos aparatos pueden ser una excelente alternativa para tener en casa y usar en aquellos momentos en los cuales el frío sea excesivo, pero no queramos encender la calefacción. Nos permitirán retener el calor de una estancia por un buen periodo, y su tiempo de carga hace que no consuman apenas luz. ¿A qué esperas para hacerte con un acumulador de calor?