Generalmente descansamos entre seis y nueve horas al día. Eso convierte a las sábanas de la cama en los textiles que más usamos, así que es el que más atención debe recibir. La cama siempre está llena de ácaros de polvo, células de piel muerta, sudor y cualquier suciedad, aunque no lo podamos ver. En ese sentido, debemos percatarnos del tiempo que tardamos entre cada limpieza.
Aunque la cama tenga apariencia impecable, si no haces el mantenimiento correcto, puede albergar una gran cantidad de microorganismos que afectarán tu salud. Las personas con alergias y de piel sensible son más propensas a sufrir algún tipo de mal al no cumplir con la limpieza debida de la cama. Los expertos aseguran que las sábanas deben ser cambiadas de forma regular.
Qué tiempo debe transcurrir entre cada limpieza de la cama
Según los conocedores en el tema, las sábanas de las camas deben ser cambiadas como mínimo una vez por semana. Todo depende del ambiente en el que te encuentres y de tus hábitos. También afirman que sentirse limpio y fresco permite tener jornadas de sueño de máxima calidad. Por tanto, el cuerpo podrá realizar su función de regeneración nocturna.
Recomendaciones para un mejor descanso y cuidado de la salud
- Cada mañana debes airear, estirar y abrir la ventana de la habitación para que la cama se ventile hasta volver a vestirla.
- La frecuencia de limpieza debe ser de dos a tres veces por semana si eres de las personas que tienen el hábito de dormir desnuda, sudan mucho o están enfermas.
- El edredón y colchón deben airearse una vez al año.
- Las almohadas se deben lavar cada tres meses.
- Lavar las sábanas a 60° para una limpieza más óptima. La mayoría de las personas ponen la temperatura a 30° pero con ella se elimina solo el 6 % de las bacterias.
- Pon cuidado a las sábanas en las estaciones de primavera y verano, ya que el calor está más presente.
- En invierno y otoño las sábanas se conservan un poco más, sin embargo, no debes bajar la frecuencia con la que limpias la cama.
Como mencionamos la cama es el lugar donde pasamos la mayor parte del día. Por eso, es esencial cuidar de ella ya que hasta los polvos contenidos en la atmósfera terminan sobre las sábanas penetrando y siendo inhalados durante el tiempo que pasas acostado.
Existen estudios que demuestran que un hombre de tamaño medio puede liberar unos 100 litros de sudor por año, en la cama. Esos litros pueden contener de cuatro a 17 especies diferentes de hongos. También están los ácaros y otros diminutos animales difíciles de detectar a simple vista. De ahí la importancia de la limpieza. Las personas con asma deben tener colchones libres de ácaros, pues corren el riesgo de empeorar.
Para la limpieza de la cama lo mejor es utilizar productos naturales. Los más utilizados son el vinagre y el bicarbonato de sodio. Los materiales para vestir la cama también deben ser bien seleccionados a fin de evitar la acumulación de microorganismos. El algodón y el lino son buenas recomendaciones.
Es importante entender que tener una cama limpia influye en el descanso y en la salud. Puedes cuidar tu piel al dormir en sábanas impecables. Tu cabello también pagará las consecuencias de una cama cargada de suciedad. Los expertos lo dicen, una cama limpia es cuestión de salud.