No solo utilizamos el lavamanos para lavarnos las manos, como su nombre indica, sino también para aclararnos cuando nos afeitamos o cuando nos ponemos crema, para escupir el agua cubierta de pasta de dientes después de lavárnoslos… Por eso hay que limpiar las manchas de vez en cuando, sobre todo si es de cerámica.
La acumulación de estos restos, además, puede provocar un atasco. Cuando veas que el agua no circula bien por el desagüe del lavamanos de tu baño, significa que hay que desatascarlo. En este artículo, te enseñaremos cómo hacerlo de la manera más práctica posible.
Trucos para desatascar el lavamanos
Existen infinidad de técnicas para desatascar un lavabo o lavamanos con éxito y, por suerte, muchas de ellas son muy fáciles de aplicar y económicas, ya que no es necesario gastar dinero para llevarlas a cabo. Las que consideramos más efectivas son las siguientes:
Agua caliente
Este método funciona para atascos ligeros únicamente, pero es muy útil en esos casos. Solo tienes que poner 1 o 2 litros de agua a hervir en una olla para luego verterlos por el desagüe. Si el motivo del leve atasco es la acumulación de restos de jabón o cremas, la técnica del agua caliente es de las mejores que puedes aplicar, tanto por su simpleza como por su efectividad. En pocos minutos verás como el agua vuelve a circular por la tubería con normalidad.
Bicarbonato y vinagre o sal
El truco original se lleva a cabo utilizando bicarbonato y vinagre, pero, si no dispones de vinagre en casa, puedes hacerlo también con sal. Es realmente simple: solo tienes que verter entre tres y cinco cucharadas de bicarbonato sódico en el desagüe, añadir medio vaso de vinagre y dejar que la mezcla actúe entre 15 y 30 minutos aproximadamente. Después, echa un litro de agua caliente para terminar de eliminar los residuos que puedan quedar.
Si lo haces con sal, debes introducir por la tubería el bicarbonato y la sal en idénticas proporciones. El único pero de esta técnica alternativa es que la actuación de la mezcla lleva más tiempo: alrededor de 12 horas. Por tanto, nosotros te recomendamos aplicarla antes de acostarte para que disponga de toda la noche para que haga efecto. Sin embargo, merece la pena, porque el resultado final es magnífico.
Percha en forma de alambre
Es uno de los trucos más simples, pero también de los más eficaces. Solo tienes que coger una percha normal y corriente hecha con alambre y estirarla lo máximo que puedas. Después, dobla uno de sus extremos con el fin de crear un pequeño gancho para introducirlo por el desagüe. Deberías poder extraer los restos con facilidad. Cuando hayas sacado los suficientes, deja correr el agua caliente. Si sigues todos los pasos correctamente, el lavabo debería funcionar de nuevo.
Detergente lavaplatos y desatascador de ventosa
Una propiedad muy buena que tienen los jabones especialmente diseñados para lavar platos es que pueden actuar como buenos lubricantes y disolventes. Si la tubería de tu lavabo está atascada, puedes verter un cuarto de taza de este detergente y, a continuación, un poco de agua hirviendo. Después, utiliza un desatascador de ventosa para eliminar la suciedad del todo.
Sea cual sea el método que vayas a utilizar, te aseguramos que desatascarás tu lavamanos y volverá a funcionar como siempre. De esta manera, no te será necesario adquirir un producto químico especialmente diseñado para desatascar tuberías, el cual, si le damos un uso excesivo, puede dañar nuestra cañería. ¡Mucho ánimo con ello!