Los lugares más transitados de la casa requieren de alfombras de mayor calidad, porque, de lo contrario, se gastarán y se deteriorarán fácilmente. Esta es una de las claves que debes conocer a la hora de comprar una.
Con este artículo, pretendemos que aprendas a escoger la mejor alfombra para cada estancia del hogar, porque no todas son iguales: las hay de todo tipo de materiales, como el yute. Si no tienes mucho conocimiento sobre este tema, te animamos a continuar con tu lectura.
¿Qué debes tener en cuenta para elegir alfombras?
En primer lugar, si vives con niños pequeños, lo ideal es una alfombra resistente a las manchas. El precio será algo mayor que una común y corriente, pero la inversión valdrá la pena, porque te durará muchos años. Además, esta alfombra también debería tener una textura suave para que los niños puedan gatear y jugar sin hacerse daño. En segundo lugar, también hay que fijarse en el color. Lo mejor es elegir una alfombra que combine bien con los colores y la estética de nuestra casa.
Nosotros te aconsejamos, eso sí, no escoger colores claros, como el blanco o el beige, ya que las manchas se notarán más y, por lo general, es muy difícil retirarlas. Además, también debes considerar cuánto tiempo te vas a quedar vivir en la casa donde instales la alfombra, porque ese detalle marca la diferencia. Si te vas a quedar poco, lo mejor es no gastar demasiado en una alfombra de buena calidad. Mejor compra una de calidad intermedia en ese caso.
También puedes pedirles consejo a familiares y amigos para ver qué piensan acerca de la alfombra que tienes intención de comprar. La opinión de tus seres queridos más cercanos es muy importante, porque no te van a mentir. Por último, uno de los mejores métodos para comprobar si la alfombra que deseas adquirir es la correcta es pedir varias muestras para colocarlas en el lugar y verlo por ti misma o por ti mismo. De esta manera, podrás comprobar de primera mano cómo queda.
Dos estancias en las que una alfombra no puede faltar
Puedes colocarla donde quieras, pero es cierto que hay dos estancias en las que la presencia de una o varias alfombras es capaz de cambiar por completo su imagen y elevar su nivel: el pasillo y el dormitorio. El pasillo es una zona que, en general, tiene menos luz natural que el resto de la casa, por lo que una alfombra con tonos claros ayudará a que se vea menos oscuro. Además, un truco muy bueno para que parezca más profundo es colocar una alfombra en el medio.
En cuanto al dormitorio, al ser nuestro lugar de descanso en nuestro hogar, debe garantizar la máxima comodidad. Por esa razón, colocar una alfombra es un gran acierto, ya que podrás andar descalzo y sintiendo un tacto suave en los pies. Sin embargo, debes tener claro que ésta es tu decisión, ya que tú eliges qué alfombras comprar y dónde colocarlas.