¿Algunas veces has sentido que la limpieza en el hogar te da paz?, ¿el olor a limpio y el orden te hace sentir más cómodo/a y tranquilo/a? A mí también y esto tiene una explicación científica. No, no tienes un trastorno obsesivo-compulsivo y no eres un maníaco de la pulcritud, de hecho, diversos estudios han comprobado que los espacios limpios, ordenados y con buen olor favorecen a disminuir el estrés notablemente, mientras que el desorden y el mal olor, elevan la tensión y la ansiedad.
Seamos sinceros, no importa cuán descuidados seamos, llegar a casa y percibir hedor, desorganización y suciedad por todos lados es abrumador, en especial tras un largo día de trabajo donde quieres descansar o revisar mails en una mesa despejada. Sigue leyendo y conoce un poco más acerca de cuál es el impacto psicológico y emocional de la limpieza eficiente o deficiente en el hogar y como mejorar los hábitos de aseo. ¡Es más profundo de lo que creías!
Efectos negativos de la suciedad y el desorden en la mente
Un estudio publicado por la revista científica Personality and Social Psychology Bulletin (PSPB) reflejó que quienes habitan espacios desordenados o con tareas inconclusas son más propensos a padecer fatiga e incluso depresión. Además de eso, se descubrieron niveles más elevados de cortisol en mujeres con hogares en desorden y suciedad.
Aunado a ello, el desastre en el ambiente se asocia a la reducción de la concentración en tareas cotidianas, pues el cerebro recibe estímulos constantes y se refleja en la dificultad por finalizar proyectos de manera eficiente. Asimismo, el estrés constante, alineado con otras preocupaciones de la vida y la falta de control en casa, repercuten directamente en la calidad del descanso, lo cual fomenta la tensión, irritabilidad y frustración.
Por otro lado, la mala organización causa acumulación y un apego innecesario a objetos que no se usan ni tampoco se donan. Lo mismo ocurre con alimentos desperdiciados, ya que, al estar todo el desorden, no se conoce con certeza qué hay en la despensa.
Entonces, ¿cómo ayuda la limpieza y la organización a la paz mental?
El orden será un gran aliado cuando necesites encontrar objetos fácilmente, por ejemplo, un documento importante, un par de zapatos, una bufanda o esos pantalones que tanto te gustan, aunque en un principio es imperceptible, es un gran paso para gestionar mejor el tiempo, tener una mayor sensación de control, productividad y concentración avivada al gozar de un ambiente despejado y, sin duda, el estado de ánimo es mucho más positivo.
La revista Mindfulness publicó un estudio en el que se expresa que quienes lavan los platos con total conciencia en la experiencia, redujeron un 27% el nerviosismo y se incrementó un 25% la inspiración mental, mientras que contar con sábanas limpias y una cama ordenada, favorecen el descanso nocturno.
Cabe destacar que para nadie es un secreto que una casa u oficina limpia y ordenada se disfruta más que una en la que reine el caos, sin contar con que el bienestar y la sensación de “logro” se incrementa al iniciar una tarea y verla culminada.
Recomendaciones para limpiar y mantener el orden en casa y reducir el estrés
Ahora que ya conoces la forma en la que se relaciona el deficiente aseo con el estrés, desasosiego y molestia constante, es vital que pongas en práctica rutinas de limpieza regulares para que el caos de la vida diaria no sea tan abrumador. Estas son algunas de las recomendaciones para incorporar las tareas domésticas en el día a día:
- Elige un día a la semana para limpiar y pide ayuda a los demás miembros del hogar, 4, 6, 8 o 10 manos juntas son mucho más eficaces que solo dos, así las tareas domésticas serán mucho menos demandantes y se crean hábitos saludables en familia.
- Evita a toda costa que verlo como un castigo o una obligación demasiado tortuosa. Mejor comienza con un buen café, un desayuno nutritivo, tu playlist favorito y velo como un cariño para tu hogar —y sí, también para tu mente—.
- Antes de empezar, abre todas las ventanas para que se aireen las estancias, fluya la energía, circule aire fresco, luz y disminuyan las alergias y la presencia de humedad.
- Empieza por lo sencillo o lo pequeño, no esperes tener todo impoluto y en perfecto orden de un día a otro. Cada día limpia un área, organiza un armario, deshazte de un par de objetos que no uses, lava la ropa y ve tachando de la lista de quehaceres, así habrás logrado más de la mitad en unos cuantos días sin necesidad de estresarte. ¡Un día a la vez!
- Organizadores: ¡Se volverán tus mejores amigos! Ayudan a clasificar objetos y a encontrarlos con facilidad en cualquier momento.
Y por último: Nunca te vayas a dormir sin haber fregado los platos, limpiado las encimeras, despejando el comedor u organizado el salón (incluyendo los cojines). Levantarte por la mañana y observar todo en su sitio es un plus que sin duda marcará la diferencia. ¡Mucha suerte!