La búsqueda de un hogar lleno de confortabilidad, optimismo y comodidad es esencial a la hora de mantener nuestra estabilidad emocional positiva. Sentirse cómodo en el propio hogar, pudiendo crear tu propio mundo, es una de las prioridades que se debe dar a la hora de tener un buen estado de ánimo, más aún en tiempos donde es un lujo pasar un rato en nuestra vivienda. Y es que no hay nada como llegar a casa y sentirnos felices, rodeados de espacios que nos ayuden a mantenernos positivos, vitales y alegres.
En este sentido, la configuración de los espacios a través de los colores, los objetos, la distribución, la iluminación, la decoración y otros factores tiene un papel primordial. En su teoría de «las cinco pieles», el arquitecto Hundertwasser consideraba el hogar como nuestra tercera piel, por detrás de la epidermis y de la ropa. Consideraba que, así como está tu casa, estás tú, y como estas tú, está tu casa. Y es que se ha demostrado que hay una conexión directa entre el espacio físico y nuestras emociones. Por ello, los expertos recomiendan tener una casa a medida de nuestros deseos y nuestras necesidades.
¿Qué es la decoración emocional?
Tener una vivienda acorde a nuestras emociones, un hogar que no sólo responda a nuestras necesidades cotidianas, sino que también genere felicidad, es la base de la denominada «decoración emocional», una de las maneras que existen actualmente de entender el interiorismo, y que se basa en la idea de que cada persona tiene una manera de transformar su vivienda de una manera que le proporcione una serie de sensaciones que no tenía antes de esa decoración.
Aunque no seamos conscientes de ello, todos los muebles, la pintura y la decoración en general transmiten emociones, ya sea de calma, de paz, de alegría, de seguridad o de alguna emoción positiva. No obstante, también puede ser de intranquilidad, de ansiedad, de frialdad o de negatividad. Por esta razón, poner la intención en crear espacios que favorezcan el bienestar es una gran idea. En este artículo, te explicaremos por qué la decoración emocional es tan importante en el interiorismo y cómo dar un toque de armonía, tranquilidad y felicidad a los lugares que habitas.
Y es que la decoración emocional está encaminada a trasmitir y generar emociones positivas a través de la disposición de los espacios. Se trata de una disciplina que busca que, además de ser estéticos, estos espacios cumplan con otras funcionalidades que reporten beneficios para la salud física y emocional. De hecho, se fundamenta en la relación que hay entre la psicología y el espacio. Por ello, cuando se habla de decoración emocional, no existen reglas. Lo importante es generar un espacio amable y agradable en el que podamos sentir que estamos realmente en casa.
¿Cómo aplicar la decoración emocional?
Si bien hoy en día hay muchos diseñadores y arquitectos expertos en decoración emocional, también se trata de un proceso muy intuitivo y personal. No obstante, hay ciertos factores comunes en los espacios que generan bienestar, y debes tenerlos en cuenta al empezar a evaluar tu hogar. Toma nota de los puntos que causan efectos positivos en tu hogar o, por lo contrario, causan efectos negativos. Aquí van:
- Orden. Una casa desordenada va a resultar incómoda y estresante, por lo que es primordial tener unos espacios ordenados que nos faciliten el día a día, resultando ser mucho más prácticos a la larga, preocupándonos mucho más por ellos, aportando calma y alegría frente a espacios mucho más desordenados. Deshacernos de objetos que no necesitamos o poner una papelera en la entrada son algunas recomendaciones. Y limpia en profundidad cada rincón, los japoneses lo llaman Oosouji y lo hacen una vez al año.
- Plantas. Tener un entorno natural entre tanta tecnología es algo que nos puede generar tranquilidad y bienestar. Hay que estudiar bien las flores de temporada, los cuidados que hay que tener con ellas y la colocación en el hogar. De no tener plantas naturales, se recomienda utilizar estampados florales en las habitaciones que incorporen detalles y colores vivos, que evoquen a ambientes naturales.
- Buenas vistas. Aunque mucha gente no lo tenga en cuenta, tener unas buenas vistas garantiza un papel crucial a la hora de sentirse bien. Buscar en tu hogar un lugar con buenas vistas para tener allí el lugar de descanso o de ocio genera un mayor positivismo. Además, utilizar la iluminación también es un punto primordial a la hora de transmitir un hogar más cálido, confortable o dinámico. Dependiendo del color podemos buscar transmitir más dinamismo o una sensación de tranquilidad.
- Microespacios. Reservar rincones de tu hogar para ciertos elementos puede resultar satisfactorio, a la par que nos proporciona más control, tranquilidad y actividad con ello que si los tenemos guardados o desordenados. Dedicar un lugar de tu vivienda para la afición que más te guste ( música, deporte, cine..) tener un despacho personal o disponer de un vestidor son algunos de los trucos esenciales para tener estos microespacios.
- Distribución Una de las cosas que más se suele cambiar es la distribución de nuestro hogar. Quitamos objetos de estanterías, movemos los muebles a otro lugar o cambiamos de cuadros. Crear nuevos espacios, eliminar objetos o muebles que ya no se utilicen, dar vida a decoraciones que se vuelven a llevar… todo vale en la búsqueda del bienestar. También se ha de intentar que cada miembro de la familia tenga su espacio personal y que sea lo más equilibrado posible para generar armonía entre todos los habitantes.
- Haz regalos a tu casa. No tienen que ser regalos costosos, como una reforma. Puede ser una vela aromática, unas flores recogidas en el campo, un cojín decorativo para el sofá, etc. Esto te hará sentir bien. Asimismo, es buena idea crear una carpeta o utilizar alguna app especializada en tableros virtuales donde guardar fotografías de espacios que te resulten atractivos. Esto te ayudara a dar orden a tus ideas y entender en qué punto estético te encuentras en estos momentos.
- Renueva el arte. Has de observar las fotografías, los cuadros, el arte en general que hay en tu casa, y reflexionar sobre si representan quién eres hoy, tus metas o tu personalidad. Cada siete años se producen cambios significativos en nuestra vida en lo relativo a gustos, modas o relaciones, por ello se recomienda observar estos elementos uno a uno y ver si realmente quieres que te sigan acompañando. Piensa que los objetos artísticos tienen una carga emocional importante que nos afectan muchísimo.