Si tienes un suelo de madera en tu hogar desde hace mucho tiempo, es probable que tenga un aspecto algo desmejorado. No te preocupes, porque no es un problema que no tenga solución: puedes pintarlo para darle un aspecto renovado y rejuvenecido, por así decirlo.
No es una tarea complicada: cualquiera con un poco de tiempo y paciencia puede llevarla a cabo perfectamente en cualquier momento. A continuación, te explicamos cómo pintar un suelo de madera a la perfección, para que tú lo puedas hacer en tu casa si lo deseas.
Cómo pintar un suelo de madera
Un suelo de madera es uno de los más fáciles de pintar, pues se puede hacer apenas en tres pasos muy simples. Requiere algo de tiempo y de esfuerzo, pero no es ni mucho menos una labor para la que tengamos que necesitar contratar los servicios de especialistas. Estos son los pasos que debes seguir:
Limpia a fondo el suelo
Dependiendo de si el suelo es nuevo o antiguo, tendrás que aplicar una técnica de limpieza u otra. En el caso de que sea nuevo, debes aspirarlo y limpiarlo en general a fondo por todos los sitios, de tal forma que no quede ni una mota de polvo.
Si, por el contrario, el suelo ya está barnizado, pintado o directamente muy sucio, lo que tienes que hacer es lijarlo. Ten en cuenta que la madera debe tener una superficie lo más lisa posible para poder pintarla sin que quede mal.
Lija el suelo
Si tu suelo está muy perjudicado, primero utiliza una lija más bien gruesa, de grano de 80 por ejemplo. Da pasadas sucesivas en el sentido de la veta de la madera y avanza cubriendo pequeños espacios.
Para lijar y pulir los lados de la habitación, te recomendamos utilizar una lijadora triangular para llegar a todas las esquinas. Una vez hayas terminado, pasa el aspirador para eliminar el polvo. Después, repite la misma operación, pero esta vez con una lija más fina, para dejar el suelo niquelado.
¡A pintar el suelo de madera!
Antes siquiera de sacar la pintura, protege los rodapiés con cinta de carrocero si no los has quitado. Después, mezcla la pintura y empieza a pintar el perímetro con una brocha redonda. El rodillo ha de ir desde el fondo hacia la salida, y siempre tienes que pasarlo en el sentido de las lamas.
Deja secar esta primera capa de pintura durante medio día, y después pasa una lija de grano finísimo. Lo que hace este lijado es resaltar la veta de la madera y hacer que la segunda capa que vayamos a aplicar se adhiera mejor. Aspira el polvo y, para acabar, aplícala. ¡Ya lo tienes!
Ventajas de tener un suelo de madera
Las pinturas para suelos de madera suelen ser muy fáciles de utilizar, se limpian mucho mejor y se secan en menos tiempo que los que los productos fabricados para el tratamiento de otros materiales. Además, estéticamente, un suelo de madera queda muy bien en un hogar, pues le da un aire moderno a la par que rústico.