La fiesta más terrorífica y divertida del año está a la vuelta de la esquina. Halloween gana cada vez más adeptos en nuestro país, y tiene una especial aceptación entre los niños, que han hecho de ellas una de sus celebraciones favoritas de todo el año. Por ello, en España es cada vez más habitual ver como esta «noche de brujas o de los muertos» se ha abierto su hueco en nuestros hogares en forma de fiestas, comidas, disfraces y hasta en la decoración de las casas.
Si vas a hacer algo por Halloween en tu casa por primera vez, o simplemente buscas algo innovador con lo que sorprender a tu familia, amigos y vecinos este año, te damos algunas «recomendaciones deco» para que tu casa quede “espeluznantemente estupenda”. La clave está en darle un pequeño cambio de imagen a tu vivienda pero sin disfrazarla, es decir, adornando las estancias pero sin perder tu estilo de decoración. Y todo ello sin dejarte mucho dinero ni perder mucho tiempo.
Calaveras, calabazas y mucha telaraña para el mejor ambiente de Halloween
Para empezar, no pueden faltar las calabazas. Ni tampoco pasar desapercibidas. Se trata del icono por excelencia de esta fiesta, así que no dudes en tener una, o varias, lo más llamativa o llamativas posible. Para ello, empieza por comprar calabazas de diversos tamaños, y marca un círculo alrededor del tallo de cada una de ellas, córtalos y retira las semillas y pulpa interior. Luego, con ayuda de un marcador y moldes, recrea diversas caras alusivas a la fecha y retira las zonas señaladas con ayuda de un cuchillo. Finalmente, coloca una vela eléctrica amarilla en su interior, y listo. Puedes colocarlas en el recibidor o como centros de mesa.
También tienes la opción de apostar por alguna versión de plástico o incluso comprar algunas pequeñas calabazas de verdad y ponerlas juntas en rincones estratégicos de tu casa sin necesidad de añadirle sus característicos ojos y sonrisa. Tampoco deben faltar las calaveras, los esqueletos o los sombreros de bruja que también asociamos a esta fiesta y que servirán para adornar cualquier rincón de tu casa, especialmente si los pones todos juntos pero de manera muy discreta. Para ello opta por el clásico binomio blanco-negro, con pequeños destellos de naranja.
Y es que, junto con las calabazas, los colores negro y naranja deben de ser los protagonistas. Según algunas historias, el primero simboliza la hechicería y los fantasmas, mientras que el segundo hace referencia al inicio del otoño. No dudes en aplicar estos tonos en guirnaldas (si quieres un aire moderno, adquiere modelos geométricos o con formas de fantasmas, calabazas, gorros de bruja o murciélagos), y si van en la pared, procura que esta sea lisa, sin diseños y de un solo color para que no pierda el protagonismo. Si van colgadas de techo a techo procura que estén a una altura suficiente que no dificulte el paso.
La paleta de colores «halloweenesca» se compone también de tonos verdes, púrpuras, rojos y sus variantes. Siempre que los mezcles entre ellos y no entre ningún intruso como un color pastel o un color eléctrico que se lo llevaría todo al traste, podrías decorar casi de cualquier forma, pues en Halloween no desentonará. Si buscas algo menos llamativo que las guirnaldas, una opción es apostar por sencillos centros de flores secas en estos tonos, velas, o incluso puede que unos cojines en negros y naranjas consigan ese ambiente sin apenas hacer nada más.
Sin duda, pocas cosas consiguen dar un aire antiguo y casi fantasmagórico a una casa como unas telarañas, las cuales nos recuerdan a esos sótanos y casas victorianas abandonadas de las películas de terror. Hazte con unas de algodón o de algodón artificial. Puedes darle un aire más tenebroso a tu casa cubriendo con este material zonas donde no pierdan el protagonismo: en la puerta, en la mesa de dulces, en el mobiliario o en las escaleras. Y si quieres un plus mayor, no dudes en colocar arañas o murciélagos negros. Puedes adquirir los plastificados o también comprar papel de color y hacerlos tu mismo con ayuda de un molde.
Además de todo lo anterior, no debe faltar una mesa creativa en la que haya candelabros con velas blancas, calaveras de diversos tamaños (ya sean de plástico o cerámica), floreros con flores negras, servilletas con fantasmas, calderos para los dulces, y fuentes en forma de ataúd para los bocaditos salados. Coloca un marco de globos entre normales y metálicos donde irá la mesa para destacar la zona, y seguro que tienes el éxito asegurado.