La calefacción es un sistema completamente necesario durante el invierno, y es que nos ayuda a afrontar las bajas temperaturas características de esta época. No obstante, hacer un uso excesivo de la misma también puede tener consecuencias para nuestra salud.
Son muchas las personas que, durante el invierno, dejan la calefacción encendida toda la noche, sin ser conscientes de los efectos que puede tener esto más allá de un mayor consumo energético.
Por eso hoy queremos contarte qué ocurre cuando duermes con la calefacción encendida. Continúa leyendo para enterarte.
Consecuencias de un uso excesivo de la calefacción
La calefacción es uno de los sistemas al que recurrimos cuando las temperaturas bajan durante el invierno, siendo indispensable en algunos momentos del día. Pero, ¿qué ocurre si la utilizamos en exceso? ¿Y si la encendemos por la noche?
Toma nota porque estos pueden ser algunos de sus efectos:
- Menor eficiencia energética. Debemos ser conscientes de que cuantas más horas tengamos encendida la calefacción, más consumirá esta. Además, si la ponemos a una temperatura muy elevada, el consumo también se disparará. Hablamos de alrededor de un 7% por cada grado adicional de temperatura.
- Mayor sequedad en el ambiente. Cuando empleamos sistemas que calientan las estancias, reducimos la humedad del mismo. Esto, lejos de ser más o menos incómodo, también puede favorecer la proliferación de bacterias en el aire.
- Aumenta la probabilidad de sufrir catarros. Tener la calefacción demasiado alta también supone un problema porque, cuando salgamos a la calle, notaremos en mayor medida el contraste y esto puede hacer que nos resfriemos.
- Provoca problemas de sueño. Disponer de una temperatura adecuada en la habitación es clave si queremos descansar bien, y es que cuando esta es demasiado baja o alta se producen microdespertares. Por eso, la clave para descansar correctamente, es mantener una temperatura adecuada (entre los 18 y los 22 grados) y estable.
Entonces, ¿es bueno dormir con la calefacción puesta?
Como acabas de ver, el hecho de tener encendida la calefacción toda la noche puede traernos más consecuencias negativas que beneficios. Por eso te recomendamos que evites hacerlo en la medida de lo posible.
Además de conseguir un mayor ahorro energético, podrás evitar ciertas enfermedades o afecciones que se suceden cuando nos manejamos con una temperatura poco adecuada.
Por otro lado, también es importante saber cuál es la temperatura más adecuada para nuestro cuerpo. En este sentido, debes saber que lo más recomendable es que nuestra calefacción no suba de los 23 grados, ya que sería cuando empieza a afectar a la humedad del ambiente.
No obstante, si el uso de calefacción durante la jornada nocturna es algo indispensable para ti, te recomendamos emplear humidificadores. Estos últimos te ayudarán a mantener la humedad de tu vivienda controlada para así solucionar los posibles problemas derivados de la sequedad ambiental.
En cualquier caso, lo fundamental es que aprendamos a hacer un empleo correcto de la temperatura para así mantener un equilibrio entre confort y salud. Esperamos que este artículo te haya servido para resolver tus dudas con respecto al uso de la calefacción por la noche.