El amor por la jardinería a menudo va de la mano con el odio hacia las plagas que dañan los frutos que tanto trabajo te ha tomado plantar. Si bien los jardines traseros atraen algunas «plagas» que en realidad son beneficiosas para el ecosistema, también atraen a una serie de insectos que son perjudiciales para las plantas, incluidas las orugas. Es el gran apetito de estas pequeñas criaturas lo que deja a los jardineros frustrados buscando como eliminarlas.
Afortunadamente, existen métodos totalmente naturales y probados que pueden ayudarte a recuperar el control de tu exuberante jardín una vez más. A continuación, te ofrecemos 4 métodos naturales para que elimines a las orugas de tu jardín de manera definitiva.
¿Cómo eliminar las orugas que dañan mi jardín?
Cuando se trata de la eliminación de orugas, la forma más rápida de abordar el problema es a mano, pero con guantes. Llena un balde hasta la mitad con agua caliente y un par de cucharadas de detergente lavavajillas suave, ponte un par de guantes de jardinería de goma o lona y dirígete a tu jardín para hacer “la recolección”.
Levanta las orugas de las hojas revisando toda la parte inferior, donde se sabe que se esconden y dejarlas caer una por una en el balde para que se ahoguen. El equipo de protección para las manos asegurará que no te piquen las espinas de algunas variedades de orugas muestran. Si bien este método es el eficaz, puede requerir repeticiones para eliminar a toda la población.
Vacía el nido
Una forma más agresiva de atacar el problema, literalmente, es destruir el nido de las orugas. A menudo encontrará estas casas llenas de seda colgando de las ramas de los árboles. Simplemente, golpea el implemento de tu elección (ya sea un palo largo y afilado o un mango de escoba) en el nido, luego gira y raspa a lo largo de su interior para eliminar a todos los habitantes. Luego, desecha el nido y su contenido en un balde de agua jabonosa tibia para ahogar a las orugas que aún viven.
Para tener más posibilidades de éxito, ataca temprano en la mañana o tarde en la noche para garantizar que la mayoría de las orugas estén ahí. Si bien es efectivo de inmediato, este método también puede requerir algunas rondas en caso de que las orugas restantes reconstruyan su hogar.
Envenena la comida de las orugas
Los propietarios de viviendas que no estén interesados en cazar estas plagas pueden optar por administrar la solución de exterminio más efectiva: Bacillus thuringiensis. Esta bacteria natural del suelo mata a las orugas en cuestión de días al destruir el revestimiento de sus estómagos. Simplemente, espolvorea el inoculo en forma líquida directamente sobre las plantas de tu jardín y espera a que las orugas tengan hambre.
Aplica sin preocuparte por los efectos secundarios negativos, ya que usar esta bacteria es completamente seguro para las plantas, sus polinizadores, mascotas y humanos. La bacteria solo es tóxica para las orugas, así como para algunas polillas y gusanos. Debes aplicar cada dos semanas.
Rocía una solución repelente
Si prefieres puedes preparar una solución casera y rociarla regularmente. Una buena alternativa es la solución de melaza (1 cucharada de melaza, 1 cucharadita de jabón para platos y un litro de agua tibia) o la solución de ajo (tres dientes de ajo machacados, 1 cucharada de aceite vegetal, 1 cucharadita de jabón para platos y un litro de agua), cualquiera de estas alejará a los insectos.