Al mirar el estado de las rejas de las ventanas y las herramientas del jardín, es posible que te preguntes cómo eliminar el óxido. A veces, a pesar de los mejores esfuerzos, las cosas de metal se oxidan, es fácil pensar que lo mejor es reemplazarlas, pero no lo hagas todavía. Puedes ahorrar un poco de dinero, siguiendo algunos de los muchos trucos para la limpieza y quitar el óxido del metal que te ofreceremos.
A continuación, compartiremos algunas formas de las que puedes se puede limpiar el óxido y las manchas de óxido, usando artículos cotidianos de la casa, como el bicarbonato de sodio. Estos métodos son rápidos, fáciles de ejecutar y muy efectivos para eliminar el óxido de todo tipo de artículos, incluyendo las rejas.
Formas de eliminar el óxido usando bicarbonato de sodio
Como el óxido de las rejas es de difícil acceso, probablemente una pasta de bicarbonato de sodio sea la mejor opción. Simplemente, mezcla un puñado de bicarbonato de sodio con suficiente agua para hacer una pasta. Luego extiende la pasta sobre el área oxidada y frota con un cepillo de dientes viejo. Deja reposar la pasta durante una o dos horas, luego frota nuevamente. Enjuaga la pasta, luego seca bien. Verás como todos los residuos de óxido son eliminados y las rejas estarán listas para ser tratadas o pintadas.
Otros métodos caseros para quitar el óxido
Vinagre
Si está buscando productos para el hogar efectivos para eliminar el óxido, no busques más que el vinagre blanco. Solo deja que el objeto oxidado se empape en vinagre durante unos días y luego frótalo. Repite según sea necesario hasta que desaparezca todo el óxido.
Limón y sal
Un gran remedio casero para las manchas de óxido en la ropa o tela involucra un limón y un poco de sal gruesa. Espolvorea la mancha de óxido con sal, luego exprime medio limón sobre la sal. Déjalo reposar durante una o dos horas, luego frota la mancha con la cáscara de limón. Lava como de costumbre para eliminar los residuos de óxido, la sal y el jugo de limón.
Jabón para papas y platos
Por extraño que parezca, puedes usar una papa y un poco de jabón para lavar platos para eliminar el óxido. Comienza cortando una papa por la mitad, luego coloca el extremo cortado de la papa en un plato poco profundo de jabón para platos. Déjalo en remojo en el jabón durante unos minutos.
Luego, use la papa enjabonada para frotar el área oxidada. El jabón ayuda a eliminar la suciedad general, mientras que el ácido oxálico de la papa ayuda a romper el óxido. Una vez que el óxido haya desaparecido, enjuaga y seca bien el artículo.
Papel de lija
Si estás lidiando con una capa de óxido muy gruesa, tendrás más éxito en eliminarla si comienza con un poco de esfuerzo a la antigua. Toma un papel de lija de grano grueso y frótelo sobre el área oxidada. Después de eliminar las capas más ásperas de óxido, cambia a un papel de lija de grano más fino para evitar rayar el metal debajo. Una vez que haya lijado el óxido hasta un nivel más manejable, prueba uno de los otros métodos que se enumeran aquí para eliminar el resto.
Crema de tártaro
Puedes eliminar el óxido del metal mezclando 1/4 taza de bicarbonato de sodio, 1 cucharadita de crémor tártaro y suficiente peróxido de hidrógeno para formar una pasta. Aplica la mezcla en una mancha de óxido, déjala reposar durante 30 minutos y luego limpia la superficie.
Cómo evitar que se forme óxido
La mejor defensa es un buen ataque, y con el óxido no es diferente. No necesitarás un removedor de óxido si nunca se forma en primer lugar, entonces, lo más importante que puede hacer es mantener las cosas secas. La humedad es casi siempre la culpable del metal oxidado. Debes secar cualquier artículo de metal rápidamente si se moja, y asegúrate de guardar tus herramientas en un lugar donde sepas que permanecerán secas.