El orden y la organización por si solos son capaces de llevar felicidad, salud y bienestar a los hogares y lograr que las personas puedan mantener una sensación de plenitud y de prosperidad, Marie Kondo conoce muy bien estas ventajas del orden y las mismas pueden potenciarse si se logra una gestión que incluya al minimalismo como corriente decorativa que predomine dentro de los espacios, ya sean estos domésticos o laborales.
Seguir esta corriente minimalista permite avanzar hacia el orden y estar en el camino indicado para hacer frente de un modo eficiente a la acumulación y a las compras compulsivas, pero hay que tener mucho cuidado y evitar los siguientes errores detectados por Marie Kondo para muchas situaciones donde el minimalismo es el movimiento protagonista. La armonía visual es una constante a considerar, pero además existen muchos otros errores a tener en cuenta.
El minimalismo de Marie Kondo para conseguir orden
El minimalismo en su esencia permite que cuando miras a tu alrededor puedas distinguir un ambiente donde simplemente están las cosas y los objetos que necesitas, lo que determina que la acumulación y todo aquello que no ofrezca un bienestar directo deba ser eliminado de los espacios (donado, vendido o cedido). Representando una constante lucha para no perder el rumbo y evitar inundar los hogares con objetos vacíos e innecesarios.
Por lo que para mantener el estatus de funcionalidad y de belleza visual que entrega el minimalismo y lograr el máximo apoyo al mantenimiento del orden y de la organización, es necesario conocer de antemano los errores que tienes que evitar para que esta doctrina sea efectiva y por consiguiente lograr las máximas tasas de orden y de limpieza dentro de los espacios, con los prominentes beneficios que implica.
Marie Kondo y los errores a evitar para que minimalismo triunfe
Olvidarte de lo natural es uno de los errores más comunes que tiran por la borda la esencia del minimalismo como doctrina, las materias primas deben ser de origen natural para que la esencia de los objetos pueda transmitirse. Alfombras de tejidos naturales, muebles de madera y cortinas de telas naturales son una simple muestra de lo que debes escoger como decoración de tus espacios, sin olvidar los objetos artesanales.
Erróneamente a lo que todos pensamos el minimalismo es perfecto para incluir piezas de gran tamaño en tu decoración, un sofá de proporciones enormes será una muestra perfecta en aquellos espacios donde se necesita de un equilibrio en lo estético y sin perder formalidad. Muchas veces es mejor despojarse de muchos objetos pequeños e incluir un único objeto de tamaño grande, que evidentemente debe cumplir con las premisas del minimalismo.
Los colores y la multifuncionalidad del minimalismo
El minimalismo generalmente parte de lo monocromático, donde lo importante es comenzar con una base de color blanco y conseguir sumar otro color o como máximo un par de ellos, siempre manteniendo la cordura de no desentonar y de no sobrecargar el ambiente. Este blanco permite que la iluminación sea muchísimo más efectiva y que las superficies se llenen de brillo, mientras al mismo tiempo multiplicas la sensación de amplitud de los espacios.
Dejar de lado la multifuncionalidad de los objetos es un grave error y es que el minimalismo promueve esta multifuncionalidad con la clara idea de lograr que un único objeto pueda cumplir con múltiples tareas. Logrando un resultado donde sin dudas se necesitaran de menos objetos y espacios para desarrollar una multitud de tareas y donde sea posible improvisar y cambiar las veces que sea necesario.
No confundas el minimalismo con espacios vacíos
El consumismo está muy arraigado dentro de la cultura occidental y cuando miramos espacios minimalistas es normal que la reacción sea la de desaprobación. Una cuestión es lograr el milagro del minimalismo y otra es convertir tus espacios en fríos y sin alma. El minimalismo tiene que lograr minimizar al máximo la cantidad de objetos que utilizas, pero siempre manteniendo tu hogar como el refugio hermoso y satisfactorio, en el que quieres estar la mayor parte del tiempo.
Comienza partiendo de la doctrina de elegir poco, pero elegir la más elevada calidad y funcionalidad. Con ello estarás garantizando minimalismo sin sacrificar ni felicidad, ni funcionalismo. Recuerda que Marie Kondo te dice que te quedes solo con lo que te produzca felicidad, pero al mismo tiempo también promueve que la ausencia total de elementos no te ayudara en lo absoluto.