La escritora Marie Kondo es de origen japonés y por ende seguidora de las enseñanzas y doctrinas ancestrales catalogadas como costumbres en este lejano país asiático. Una de estas enseñanzas tiene una íntima relación con la hospitalidad y es posible extenderla hacia las personas que nos visitan en casa o hacia los clientes que visitan un negocio. El omotenashi significa “oportunidad única en la vida” y nos enseña el trato hacia los demás con respeto y amabilidad.
Una experiencia que sea satisfactoria es el comienzo del respeto y de la admiración hacia los demás y Marie Kondo lo conoce a la perfección, aplicando esta doctrina en los objetos con los cuales decide quedarse tras una purga o perfectamente ajustable a las reuniones familiares o de amigos con la intención final de que la experiencia conseguida sea única y satisfactoria y por supuesto en la búsqueda de la generación de alegría y bienestar.
Marie Kondo y la bienvenida como antesala a la hospitalidad
La doctrina del Omotenashi no es más que la correcta descripción de cómo lograr ofrecer una bienvenida a los invitados, pero con la real posibilidad de extender esta filosofía de vida a las pertenencias, objetos, cosas, emociones y todo lo que permite ofrecer un apoyo emocional dentro del hogar, trabajo o negocio. De allí que cuando Marie Kondo ordena, también agradece a cada uno de los artículos y piensa en el mejor lugar para que esté más cómodo.
Esta filosofía y pensamiento aplicado a las personas que nos visitan es la mejor manera de lograr explicar de un modo sencillo lo que se busca con este precepto ancestral japonés. Una bienvenida a los invitados que comienza con pequeñas y puntuales acciones (orden y limpieza) antes de la llegada de los mismos y que por extensión se dilatan a través de toda la jornada.
La purificación de los espacios es de suma importancia cuando las personas se reúnen y Marie Kondo establece la recomendación de quemar incienso mientras se ordena la entrada de la casa o del negocio, así mismo es importante abrir las ventanas y las puertas para que el aire y la luz puedan limpiar cualquier energía negativa y un especial interés en los aromas para que la estadía sea perfecta tanto para el anfitrión como para los invitados.
La necesaria planificación establecida por Marie Kondo
El éxito y la planificación van de la mano, por lo que la gurú del orden afirma que un buen anfitrión requiere de 90 % de preparación y de solo un 10 % de ejecución. Una afirmación que demuestra la importancia de mantener una estricta organización y partir del famoso lema que establece que “es crucial prepararse muy bien”.
Recomienda establecer y diseñar una línea de tiempo y trabajar en función del tiempo establecido promedio para la atención de los clientes o invitados. Una alegría compartida donde todos ganan y donde el fin supremo es la posibilidad de crear el clima más hospitalario posible y conseguir las mejores dosis de amenidad durante todo el proceso.
La gratitud como punto fundamental
La sensación de gratitud es de vital importancia en la cultura japonesa y han llegado al extremo de involucrarla en todos los aspectos de sus vidas, dar las gracias es una virtud que los nipones dominan perfectamente bien y donde es posible crear una conexión natural con todo aquello a lo que se agradece.
Esta gratitud hacia las cosas logra hacer que la vida sea más divertida y mucho más fácil de sobrellevar, generando altas dosis de organización y orden y por consiguiente influyendo de forma directa sobre la espiritualidad y sobre la salud de las personas que la practican de un modo constante.