Uno de mis momentos favoritos tras un arduo día de trabajo es tomar una ducha tibia, y secarme con un paño suave y con un agradable aroma. Automáticamente, mi mente y cuerpo se relajan y la pesadez disminuye. Ahora bien, ¿Qué pasa si la toalla ya tiene algún tiempo y se ha vuelto áspera como una lija? ¿Cuál es la forma correcta de realizar su limpieza para devolverle la suavidad?
Cuando son nuevas esto no es un problema, pero con el uso continuo y los lavados se endurecen, se desgastan y su aspecto cambia notablemente. En este artículo quiero contarte cuáles son mis trucos para lavar las toallas correctamente, recuperar y mantener su apariencia y textura original y que estén esponjosas por mucho más tiempo.
Cómo lavar las toallas para que huelan bien y estén suaves
Una de las principales claves para lavar toallas y que no huelan mal ni se decoloren con el pasar de los días, es hacerlo cada 10 días, 15 como máximo. Además, lo adecuado es lavar todas las toallas juntas en una misma colada, pero por separado al resto de las prendas para prevenir que las fibras se apelmacen, se tiñan de otros colores o aparezcan pelusas en ellas. Una vez tengas esto resuelto, es hora de que pongas en práctica algunos consejos para lavar toallas en lavadora o a mano:
Cómo lavar las toallas en la lavadora
Quizás ya hayas escuchado que no es recomendada la aplicación de suavizante para telas químico, pues repercute en su capacidad de absorción, por el contrario, lavar toallas con vinagre es método muy eficaz para evitar el olor a humedad y conservar el color. Fíjate como hacerlo:
- Coloca las toallas en el tambor de la lavadora y añade detergente líquido o en polvo, el mismo que utilizas habitualmente.
- Hecho esto, vierte media taza de vinagre blanco al compartimento del jabón.
- Selecciona un ciclo de lavado completo con agua tibia o caliente (ideal para eliminar las bacterias y manchas). Si el paño es de tejido delicado, lo mejor es un programa con agua templada.
- Si tienes secadora, aprovecha el calor para secarlas en ella y que queden esponjosas y libres de microorganismos.
- En caso de que no tengas secadora, sácalas de inmediato, sacúdelas y tiéndelas al aire libre sin contacto directo con el sol para que no se queden tiesas.
Otra excelente alternativa al vinagre es lavar toallas con bicarbonato, bien sea de color o blancas, lo adecuado es dejarlas en remojo con agua y una taza de bicarbonato durante una hora. Su función es evitar que la cal se incruste en las fibras y potenciar el efecto del detergente, logrando resultados más eficaces ¡Y mucho más suaves!
Nota: También puedes añadir suavizantes caseros muy eficaces y que no tienen nada que envidiar a los comerciales.
Recomendaciones adicionales para que las toallas no huelan mal
- No cargues el tambor de la lavadora para que el detergente penetre en las fibras y se puedan enjuagar profundamente sin que queden residuos de jabón en ellas.
- Evita el uso de suavizantes, y si deseas emplearlo para darles un buen aroma, agrega solo un poco y de forma esporádica. El mismo consejo aplica para la lejía.
- La temperatura adecuada para lavar toallas de color y evitar que se decoloren es de 40° C, mientras que para las blancas es de 60° C para dejarlas relucientes.
- Guarda las toallas por separado y no una sobre otra, de esta manera se previene el crecimiento de bacterias o mal olor a causa de la humedad.
- Después de usar la toalla, tiéndela en una zona ventilada para que no huelan mal. ¡No la olvides en el suelo del baño ni en la cama!
- Si necesitas desinfectarlas porque apestan a humedad, recuerda que una de las mejores opciones es el amoniaco, de preferencia perfumado. Pero si te decantas por remedios ecológicos, entonces debes lavar toallas con vinagre y bicarbonato configurando un programa de agua caliente.
No olvides que es vital secar completamente las toallas, ya que la humedad es la principal responsable de la proliferación de bacterias y la aparición de moho causante de la pestilencia casi insoportable que adquieren.
La mejor forma de lavar las toallas
Todos los consejos que te hemos dado son para que los apliques, porque realmente funcionan y son muy prácticos. Sin embargo, debes tener algunas cosas más en cuenta. Por ejemplo, si una toalla está fabricada en un tejido más delicado es recomendable usar programas con agua fría. Si tienes una toalla blanca, lávala a 60 grados y si es de un color más oscuro, a 40 grados. De esta manera, evitarás que pierdan color.