Si hay algo a lo que debemos prestar suma atención en nuestra higiene personal, es al cabello. Quizá lo hayas pasado por alto o no lo hayas percibido, pero la falta de limpieza del cepillo o peine y los cabellos acumulados ocasionan, con el paso del tiempo, una capa de grasa, restos de productos, partículas de caspa y polvo responsables de afectar la salud del cuero cabelludo y tu melena.
Tan solo imagina que recién lavas tu pelo, su aroma es agradable y está impecable y pasas el cepillo sucio y repleto de cabellos enredados por cada mechón, vamos, que si lo desenredará, pero lo habrás ensuciado nuevamente. No dejes que esto siga sucediendo y aprende cómo limpiar y desinfectar el cepillo para el cabello y mantenerlo en óptimas condiciones por más tiempo.
Cómo limpiar peines y cepillos para el pelo paso a paso
A menudo solemos cepillar nuestra melena tras la aplicación de productos capilares como acondicionadores, cremas de peinar, fijadores, aceites y lacas, y si no se dedican al menos 5 minutos para limpiarlos cada cierto tiempo, crecerán en las cerdas de los cepillos hongos y suciedad que, al final, pasará al cabello nuevamente.
Sí, sabemos que no es lo primero en la lista de quehaceres domésticos, pero si supieras la cantidad de bacterias que se alojan en ellos, quizás lo pienses mejor. Además, es un procedimiento de limpieza sencillo y muy rápido que solo requiere de 5 pasos:
- Reúne lo necesario para limpiarlos: Necesitarás un recipiente relativamente amplio, agua tibia, jabón líquido, vinagre blanco (nuestro aliado para desinfectar) y un cepillo de dientes —que nadie usará de nuevo— o una esponja.
- Retira el cabello enredado en las cerdas: Puedes removerlos con tus dedos, pero si se te complica, hazlo con ayuda de pinzas pequeñas (como las empleadas para limpiar las cejas) o un palillo de dientes para facilitar el trabajo.
- Remoja el cepillo o el peine: Para ello, lleva el lavabo o un recipiente con agua tibia, un poco de jabón líquido o champú y una taza de vinagre y sumerge el cepillo durante 10 minutos agitándolo un par de veces para que suelte la suciedad. Si no tienes vinagre, añade 2 cucharadas de bicarbonato de sodio.
- Friega y enjuaga: Pasado este tiempo, si la suciedad no ha salido por completo, añade un poco más de detergente y frota con un cepillo de dientes —o algún otro que sea pequeño y funcione para remover los residuos—, luego, aclara con abundante agua.
- Sécalo bien: El paso final, después de enjuagarlo, retira el exceso de humedad con un paño y deja secar al aire libre o aplica un poco de aire tibio para que la humedad no cause estragos.
Cepillos de madera, acolchado y de cerdas naturales
¡Atención! Si el peine o cepillo tiene cuerpo de madera, es de fuelle (acolchado) o tiene cerdas naturales, no lo dejes en remojo o se hinchará, perderá el acabado, se torcerán las cerdas y reducirá su vida útil. Solo mójalo un poco y restriega las cerdas con un cepillo de dientes y enjuaga con agua tibia.
Se recomienda realizar esta limpieza de acuerdo a la cantidad de productos usados y a las características particulares de la melena, es decir, si tiende a ser grasoso, es abundante y usas a menudo lacas o geles, como mínimo deberías limpiarlo como mínimo, una vez por semana.