El refrigerador es uno de los electrodomésticos más olvidados cuando se trata de la limpieza interna y externa, y lo peor de todo, es que se ignora tanto tiempo que aparecen manchas arduas de quitar a causa de algún recipiente con salsa, jugo o comida volcada que fue percatado. Si te harta y te cansa restregar esta suciedad y no sabes a ciencia cierta cómo evitarlas, quizás esta sea la solución que has estado buscando.
Hoy queremos contarte acerca de unas técnicas virales muy efectivas, sencillas y económicas para prevenir que se pegue la mugre y ahorrar tiempo —y esfuerzo— el día de la limpieza profunda. Toma nota de estos imperdibles trucos para que la nevera se mantenga limpia y ordenada sin pasar horas en la faena.
Cómo mantener la nevera o refrigerador limpio y ordenado
Sí, sabemos que esta tarea es engorrosa, pues es un aparato un poco delicado de asear, ya guarda los alimentos que consumiremos, las baldas y superficies son sensibles a ciertos productos y tiene rincones de difícil acceso que no siempre se limpian bien. Sin embargo, si se ponen en práctica medidas pertinentes, es posible que permanezca impecable sin limpiarla tan frecuentemente. Fíjate en lo siguiente:
- Guarda la comida y alimentos en recipientes: Una de las claves que harán que la nevera luzca y esté siempre limpia y prevalezca el orden, es almacenar todo lo posible en frascos, tuppers, contenedores con tapa, bolsas al vacío y botellas identificadas con una etiqueta. De esta manera podrás racionar los alimentos por comidas, ubicarlos y localizarlos fácilmente, a la vez que se previenen goteos, residuos caídos y manchas por derrames accidentales.
- Cubre las baldas con papel film: Si tu objetivo es prevenir que aparezcan pegotes rebeldes en las baldas y los cajones, cúbrelas con un material que sirva de barrera y que pueda reemplazarse fácil y rápido. Una buena elección son los protectores antideslizantes de plásticos, no obstante, pueden ser un poco caros, por lo que la alternativa más confiable es el papel film. Cuando se ponga sucio, simplemente debes retirarlo, limpiar un poco la superficie y colocar uno nuevo.
- Quita la tierra de las frutas y verduras antes de guardarlas: Antes de vaciar la compra de los vegetales en el refrigerador, vacía y enjuaga el cajón, igualmente, lava las frutas y verduras o pasa un trapo para deshacerte de la tierra que traen, así se evita que a la larga se acumule al fondo y sea más difícil de limpiar.
- Delimita el orden de acuerdo al frío: Ya debes saberlo, pero no todas las áreas de la nevera refrigeran de la misma forma. Por eso, es vital cumplir con normas básicas de cadena de frío para conservar no solo el orden, sino también el estado de los alimentos. En la puerta y la zona alta sitúa alimentos que no requieran demasiado frío (no perecederos, lácteos, embutidos, zumos y salsas); en la parte media coloca los lácteos, comidas ya preparadas que quieras recalentar y los huevos; en la zona baja guarda las carnes, fiambres y pescados.
- No sobrecargues la nevera: Almacenar más comida de la que el frigorífico puede abarcar no solo no es conveniente por la capacidad energética del aparato, sino también conlleva a ocasionar desperdicios, pues se tiende a olvidar lo que se ha guardado. Ten presente que si la temperatura en casa no es muy elevada, puedes dejar los huevos, cebollas, papas y otros alimentos fuera por varios días sin ningún problema.
- Evita cambios severos de temperatura: Entendemos la necesidad de ordenar y dejar la cocina y la encimera en orden, pero es una muy mala decisión no esperar que atempere la comida e introducirla muy caliente a la nevera, ya que puede alterar la temperatura de los demás alimentos y acelerar su descomposición y nacimiento de olores realmente desagradables.
Y por último, ¡limpia a fondo una vez al mes! No será necesario hacerlo a diario, pero si repasar una vez a la semana o el día de compras y una limpieza profunda mensualmente para que no se acumule suciedad, bacterias, retardar el deterioro de los alimentos y alargar la vida útil del aparato.