La manera más común de instalar placas de energía solar es sobre los tejados de los hogares, pero además está la posibilidad de montarlas en el suelo para proveer energía renovable a tu hogar. Esta segunda alternativa es válida y mantiene una elevada dosis de efectividad, pero es importante asegurarse de que significa la solución más adecuada para cada caso en particular, ya que intervienen factores como el espacio disponible, precio y necesidades de electricidad.
Aunque ambas opciones son magníficas, es relevante tener en plena consideración que estarán ancladas a ciertas variables de interés técnico, por lo que primeramente se tiene que abordar el tema del espacio disponible cuando de instalaciones de energía solar residenciales se trata. Una opción que ha logrado ganar terreno gracias a que sin dudas facilita en gran medida los trabajos de instalación y de mantenimiento de toda la instalación, sin involucrar a los tejados.
Energía solar desde el techo versus desde el suelo
La energía solar se está apoderando rápidamente de los espacios con la finalidad de llevar electricidad y climatización que sea barata, eficiente y limpia y al mismo tiempo impactar positivamente en la relación que mantenemos con el medioambiente. Solucionando además los problemas de dependencias de combustibles de fuentes externas y contaminantes y creando ahorros significativos en la facturación de energías por largos periodos de tiempo.
Las instalaciones de energía solar en los tejados no representan en muchos casos una solución llena de perfección para muchas propiedades y es que la configuración arquitectónica, tejados incompatibles con sistemas de placas fotovoltaicas solares, o grandes necesidades de electricidad y energía de las casas hacen que una instalación solar montada sobre el suelo sea la opción más efectiva.
Lo necesario para instalar energía solar en los suelos
Todas estas instalaciones solares en el suelo requiere de ciertos requisitos y de condiciones a cumplir que son catalogadas como básicas e imprescindibles y donde resaltan un trío de elementos principales que se deben mantener en máxima consideración antes de elegir este tipo de solución de energía solar, estos requisitos pueden reducirse a los siguientes:
Las opciones de financiación
Definitivamente el punto de mayor algidez en cualquier proyecto a llevarse a cabo, y es que la inversión necesaria para la instalación de paneles solares en el suelo es más elevada que para los tejados y techos. De allí que se requiere de un estudio de factibilidad en caso de requerir financiación externa y de no necesitarla igualmente es importante analizar este punto porque la amortización llevará algo más de tiempo, debido a estos incrementos de inversión.
Los expertos instaladores pueden brindar una excelente ayuda y ofrecer su asesoría relacionada con las subvenciones gubernamentales, porque muchas de ellas se pierden o no son compatibles por cuestiones técnicas como la necesidad de abrir zanjas o de llevar a cabo ciertas remodelaciones en las instalaciones o construcciones.
El espacio disponible
Los paneles solares montados en el suelo requieren evidentemente de un mínimo espacio físico a ser ocupado en la propiedad. Por lo que una instalación solar en el suelo y a diferencia de una instalada en los tejados, ocupará nuevos espacios de la propiedad. Además de las requeridas obras para el cableado y la estructura de sostén de las placas solares.
También es importante revisar la legislación de la zona de la vivienda para verificar los permisos necesarios con respecto a las distancias mínimas de estas instalaciones con las construcciones vecinas, carreteras y demás leyes establecidas para las placas solares. Estas normas de retranqueo están disponibles en el departamento de planificación de los gobiernos locales y varían dada la autonomía de los gobiernos locales en materia de legislación.
Los requerimientos de cimentación, puntos de acceso, espacio para la maquinaria y los equipos de instalación, así como los anclajes y las estructuras de montaje, requieren de la necesaria maniobrabilidad y de amplios espacios para lograr trabajar de un modo holgado, garantizando que la instalación de energía solar en el suelo pueda gozar de ser exitosa y perdurable en el tiempo.
El tipo de suelo o la geología del terreno
Debido a que los paneles solares montados en el suelo requieren de cimientos de altísima resistencia para mantenerse anclados en el sitio, por lo que se necesita que el suelo donde se instalaran sea de alta resistencia. Esto excluye sitios como las zonas costeras bajas, donde los suelos húmedos e inestables dañarían las instalaciones de los cimientos y no proporcionarían el adecuado agarre a los mismos y al sistema de paneles en general.
Esta profundidad y la robusta cimentación requieren de suelos que cumplan con ciertos requisitos y además se presenta el caso contrario, donde suelos muy duros y repletos de grandes rocas hacen que las tareas de perforación sean muy costosas, elevando los gastos totales y logrando que el proyecto sea inviable.
Igualmente los suelos inestables o con una elevada inclinación, en formaciones rocosas o en zonas activamente sísmicas limitan la eficacia y la durabilidad de una instalación solar en el suelo. Por ello, el uso de un ingeniero que certifique la viabilidad del suelo para este tipo de instalación es un paso previo y de gran importancia, que garantizará que la instalación sea o no viable.