El tiempo avanza y las placas solares se desarrollan a la medida de las nuevas tendencias y tecnologías, logrando que la energía solar sea de mayor eficacia cada día. Nuevos materiales, formas y novedosos métodos apuntan constantemente en un único sentido y es el de lograr que las nuevas invenciones consigan la independencia energética mediante la energía solar y una de estas tendencias sin dudas alguna son las placas solares esféricas.
El generador de energía solar de arquitectura esférica es un proyecto que dentro del sector de las energías renovables ofrece un concepto novedoso y en la búsqueda de la perfección por parte de esta energía limpia. De allí que el arquitecto de origen alemán André Broessel haya puesto manos a la obra en la creación de un proyecto que logre la máxima eficiencia pero con la atenuante y la novedad de mantener un formato esférico.
Las placas de energía solar esféricas
La real intención va indudablemente más allá de lo estético y es la de lograr que el autoconsumo eléctrico sea más eficiente que el conseguido hasta los momentos con los paneles tradicionales, para que la energía solar goce de ser mucho más económica, disponible, eficiente y al pleno alcance de todos los interesados. Logrando que gracias a estas funciones, características y variables sea posible disfrutar de todos los incontables beneficios que entrega esta renovable.
La eficacia de las placas solares esféricas puede ser hasta de unos impresionantes 70 % mejor que los paneles solares tradicionales, este increíble desempeño se debe a su forma de funcionar, porque están conformadas por un recipiente repleto de agua, elaborado a partir de vidrio y con su característica forma esférica, logrando intensificar el poder y la potencia de los rayos solares de un modo exponencial.
Un diseño para captar energía solar sin sol
La importancia de este tipo de panel solar es que está diseñado específicamente para lograr la máxima eficacia en días donde el sol no está en su máximo esplendor, ya sea por condiciones atmosféricas inadecuadas (lluvias, tormentas, arena) o por situaciones geográficas propias del territorio donde esté la instalación de energía solar. Permitiendo el aprovechamiento de la luz solar en condiciones muy adversas e incluso de la luz lunar.
Una mezcla que logra combinar a la perfección la forma de la placa solar y el posicionamiento con respecto al sol y a su arquitectura redonda, donde la luz recibida sobre la esfera es inmediatamente reflejada y amplificada por el agua contenida en la placa. De allí va directamente a unos diminutos paneles solares independientes ubicados estratégicamente en la base de la placa, donde ocurre la magia de lograr magnificarlos hasta en un 10.000 %.
Una tecnología que es completamente flexible, pudiendo ser implantada en áreas urbanas y rurales y conseguir ser utilizada en una gran cantidad de variados propósitos, estos pueden ir desde el convencional uso residencial y doméstico hasta ser empleada en vehículos o en forma de cargadores móviles, logrando un amplio abanico de opciones disponibles para ofrecer sus bondades a la población.
Los beneficios de las placas solares esféricas
Dentro de sus amplios y sobresalientes beneficios destaca el hecho de mantener una vasta capacidad para el aprovechamiento de la luz solar y de la radiación solar como una energía perfecta para el autoconsumo y renovable. Además de tener una forma que asegura la captación de luz solar en condiciones ambientales y meteorológicas poco favorables y donde superan con creces a los formatos tradicionales de energía solar fotovoltaica.
La producción de energía mediante la luz lunar es otra invaluable ventaja, con lo que además se erigen como los sistemas de energía solar óptimos para ser instalados en aquellas zonas o lugares donde tradicionalmente no se recomienda la instalación de energía solar mediante paneles convencionales, debido a las difíciles condiciones ambientales y al bajo rendimiento de los sistemas tradicionales.
Su llamativo y funcional diseño es capaz de encajar y formar parte de la estética de la construcción o edificación, además de permitir una instalación en las azoteas de los edificios o en los jardines y áreas verdes de las viviendas residenciales, ampliando de manera categórica las posibilidades de acoplamiento y adaptación a las diversas construcciones que las personas utilizan para vivir, trabajar o producir.