Tejidos más esponjosos, agradable fragancia perdurable, suavidad al tacto y menos tiempo al plancharlos. Estas son las principales razones por las que, por tantos años, hemos comprado rigurosamente suavizante de telas y se ha convertido en un producto esencial en la limpieza de nuestras prendas. La pregunta es: ¿Es realmente recomendable?
Aunque no lo creas, el constante uso de esta sustancia, en vez de beneficiar, puede afectar el estado de las fibras del tejido y su composición es todo menos amable con el medio ambiente. En este artículo queremos revelarte las razones por las que no deberías agregar suavizante al lavar la ropa para que tomes previsiones y lo pienses mejor a partir de hoy.
¿Por qué no usar suavizante de telas?
Según los comerciales, este producto es fundamental para lograr resultados impecables, garantizar máxima suavidad y perfumar los tejidos. Sin embargo, aunque los componentes que contiene el suavizante de ropa funcionan originando una pequeña capa de “grasa” o “lubricante” capaz de neutralizar la carga estática negativa, prevenir la electricidad estática, evitar las pelusas y las arrugas, tiene algunos contras que deberías tener presente si quieres preservar el estado de tus prendas favoritas.
No es para nada ecológico
Entre los químicos que componen esta sustancia se encuentra el Alpha-Terpineol, acetato de bencilo, alcohol bencilo, el linalool y el cloroformo, sumado a eso, posee tensioactivos catiónicos provenientes del amonio cuaternario, el cual no se biodegrada fácilmente y, junto al resto, desemboca en mares perjudicando directamente a los organismos acuáticos.
Toallas rígidas que secan menos
Una de las desventajas de usar suavizante en toallas es que repercuten en la eficacia de la absorción del agua, en especial las elaboradas en microfibra. Una alternativa natural y económica es el vinagre blanco, que además de aportar suavidad, revitaliza los colores y combate olores molestos causados por la humedad.
No es bueno en ciertas telas
Sí, es verdad. Es bueno usar suavizante para la ropa de algodón, lino o cáñamo, no obstante, en el caso de las fibras sintéticas de la ropa deportiva, como es el caso del poliéster o la poliamida, el efecto es el contrario, ya que limita la capacidad de absorción de líquidos.
La razón de este fenómeno es que se origina un recubrimiento ceroso en las fibras, que bloquea su función principal de absorber la transpiración. Y no solo eso, sino que esta capa se amontona con el tiempo y no permite que el agua y el jabón penetren correctamente, ocasionando marcas y olores incómodos muy difíciles de eliminar.
Nota: Tampoco es recomendable en prendas íntimas, lencería, calcetines ni en ropa de bebés.
¿La ropa tiene manchas después de lavarla? Puede ser por el suavizante
¿Alguna vez has escuchado la frase “Menos es más”? Pues en esta situación cae como anillo al dedo. Que añadas más suavizante no hará que las prendas queden más perfumadas y suaves, sino que, si la lavadora está sobrecargada y no se distribuye bien el producto, pueden aparecer manchas cerosas bastante complicadas de remover.
Ahora que ya sabes por qué no es tan aconsejable su utilización, debes saber que puedes reemplazarlo con un suavizante casero hecho con un manojo de menta fresca (u otras hierbas con el aroma de tu preferencia) y vinagre blanco al remojo durante toda una noche.