El yogurt natural es un producto lácteo que se obtiene por la fermentación de microorganismos que son específicos de la leche. El natural es el clásico, azucarado o no, pero también lo podemos encontrar de diferentes sabores en el supermercado. Es un postre muy popular, sobre todo por su sabor y su textura, que son las cualidades que más valoran los que lo añaden a su lista de compra todos los meses. En este artículo, explicaremos los principales beneficios que aporta este lácteo a nuestra salud, que no son pocos.
Cómo se produce el yogurt
Según lo que se recoge en varios estudios científicos, el yogurt existe como alimento desde el Neolítico, pues los primeros vestigios de su existencia datan de entre 10.000 y 5.000 a.C. Evidentemente, los métodos de producción han evolucionado hasta la actualidad, sobre todo porque los fabricantes, con los años, han introducido nuevos tipos de yogurt (cremosos, bajos en grasas…), pero la esencia es prácticamente la misma. El proceso, explicado de manera muy resumida, es el siguiente:
- La leche cruda se transporta de la explotación ganadera a la fábrica. Allí será procesada.
- Cuando la leche llega a la planta, se modifica su composición antes de usarse para hacer yogurt. Después, tras un proceso de estandarización y pasteurización, se trata de obtener una masa homogénea.
- A continuación, la leche se enfría a unos 43-46 grados y se añade el cultivo de fermentación en una concentración cercana al 2%. Los cultivos están compuestos por dos bacterias de ácido lácteo, que son fermentos específicos del yogurt. Son las bacterias que crean su aroma, su sabor, su consistencia y los beneficios para la salud. Además, sirven para facilitar la digestión.
- Después de enfriarse, los fabricantes pueden añadir azúcar, fruta y otros ingredientes para obtener una amplia variedad de productos. Seguidamente, se envasa el yogurt.
- El último paso consiste en enfriar y almacenar el yogurt terminado a temperaturas de refrigeración (5 grados centígrados) para ralentizar la degradación física, química y microbiológica.
Principales beneficios del yogurt
El yogurt, sobre todo el natural, ya está más que considerado como un alimento saludable e imprescindible en nuestra dieta; sobre todo porque aporta los siguientes beneficios a nuestra salud, entre otros:
- Mejora el proceso de digestión: los probióticos que contiene son muy útiles para el bienestar del sistema digestivo. También contribuyen a evitar la descomposición estomacal.
- Mejora la salud cardiovascular: su alta cantidad de grasas monoinsaturadas aportan una dosis considerable de colesterol bueno (HDL) y colabora en la reducción de la presión arterial.
- Fortalece el sistema inmunológico: su contenido en probióticos también contribuye a reducir la probabilidad de contraer una enfermedad. Además, por si esto fuera poco, cuenta con propiedades antiinflamatorias.
- Es bueno para los dientes: no contienen azúcares que puedan promover la aparición de caries dentales que puedan conducir a la pérdida de alguna pieza. Además, también contienen calcio.
- Es una rica fuente de omega 3: es verdad que no tiene la misma concentración que la que puede tener el pescado azul u otros alimentos, pero es una buena alternativa para vegetarianos.