La conservación de los alimentos en latas no es algo nuevo, este tipo de envases ha mantenido la integridad de los alimentos por más de 200 años. Debido a que este método de conservación es muy eficiente y popular, no se ha dejado de hacer, aunque se ha comprobado que puede tener un efecto negativo en la salud de los consumidores. Pero, ¿qué podría ser más conveniente que abrir una lata de sopa para una comida rápida?
Sin duda nos ofrece muchas facilidades, pero hay un secreto oscuro sobre las latas de metal que guardan la comida, que tal vez no conoces. A continuación, te hablaremos del compuesto que contamina tus alimentos conservados en latas. Te aseguramos que cuando los entiendas mejor pensarás dos veces antes de comprar otro producto enlatado.
¿Qué tiene los enlatados que los hace nocivos para la salud?
Muchas han oído hablar de los efectos en la salud del bisfenol-A, mejor conocido como BPA, sobre todo en el ámbito del agua embotellada. Esta es la sustancia química que endurece el plástico y que, probablemente, ha hecho abandonar o al menos reconsiderar el consumo de agua embotellada a muchos. Lo que probablemente no sabes es que el revestimiento de la mayoría de las latas de metal tiene una fina capa de plástico que contiene bisfenol-A.
¿Cómo puede este químico poner el BPA en peligro nuestra salud?
El BPA es un disruptor endocrino, lo que significa que altera la producción de hormonas en nuestro cuerpo. Se cree que aumenta el riesgo de infertilidad, pubertad temprana, problemas de comportamiento, diabetes, cáncer e incluso enfermedades del corazón. Los expertos ahora dicen que nuestra exposición al Bisfenol-A en los alimentos enlatados es mucho mayor y más preocupante que en las botellas de agua de plástico.
Pero, estudios recientemente reportados comprobaron que en diferentes alimentos enlatados se detecta bisfenol-A, es decir, que casi toda la comida que compran en el supermercado para consumo rápido contienen algo de BPA, siendo las sopas enlatadas y las judías verdes las que contenían más.
Lo que empeora el problema es que los alimentos enlatados permanecen en los almacenes, en los estantes de los supermercados o en los gabinetes de la cocina de tu hogar durante períodos prolongados, lo que le da al químico más tiempo para filtrarse en los alimentos, aumentando su consumo.
¿Cómo puedo mantener el BPA fuera de mi hogar?
Para evitar por completo el consumo de este compuesto tan nocivo para la salud, debes deshacerte de la comida enlatada. Si, debes considerar comprar alimentos que no estén conservados en envases metálicos o plásticos. También puedes verificar que la marca de tus alimentos asegure que usan latas sin BPA.
Además, puedes elegir verduras y frutas frescas o congeladas, comprar frijoles secos y legumbres y guárdelos en tarros, conseguir bebidas en botellas de vidrio o cartones ecológicos, asegurándote de que sean asépticos o estériles. Si no puede evitar comprar alimentos enlatados, quédate con las marcas sin BPA.
Para finalizar, debemos aclarar que la lata de metal en sí misma no es el problema y el método de enlatado sigue siendo una excelente manera de conservar los alimentos. El problema de la industria moderna, la que ha corrompido el proceso, es el revestimiento de plástico cargado de BPA a las latas. Lo cual beneficia a la industria ofreciendo una mayor conservación de los alimentos y duración de las latas, pero perjudican de manera notable la salud de consumidores.