Tirar comida en mal estado a la basura porque se nos ha estropeado por un mal almacenaje o porque hemos comprado más de la cuenta provoca un gasto innecesario en nuestra economía además de un desperdicio de los alimentos.
Este problema puede solucionarse con un poco de planificación y algunas pautas para el correcto almacenaje y consumo de los alimentos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha dado algunos consejos para evitar el desperdicio de alimentos, las consecuencias que tiene sobre el medio ambiente y para que podamos ahorrar un poco de dinero a final de más.
El desperdicio de alimentos estimado
Según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) solo en España se tiran a la basura alrededor de 90 kilos por persona al año. En 2021 se desechó un total de 1,2 millones de toneladas de alimentos, según el Ministerio de Agricultura.
Esto supone un derroche de recursos que no podemos permitirnos, ni a nivel individual, por las consecuencias sobre la economía, ni como sociedad por cómo afecta a nuestro entorno.
La OCU advierte de la necesidad de tomar conciencia del desperdicio de alimentos
La OCU ha expresado su preocupación por esta situación y ha querido ayudar a los consumidores a introducir una serie de hábitos relacionados con la compra de alimentos, su almacenaje y consumo para reducir el desperdicio. Con estas pautas podemos hacer que los 1.700 millones de toneladas de alimentos que se desperdician cada año en el mundo se reduzca sensiblemente.
Estos son los consejos de la OCU para reducir el desperdicio de alimentos y ahorrar dinero
Con estos sencillos hábitos en tu compra, la OCU puede ayudarte a ahorrarte el dinero de la compra que acaba en la basura. En primer lugar, antes de hacer la compra, revisa la nevera y la despensa para saber exactamente qué necesitas comprar. Planifica tus comidas de la semana y haz la lista en base a los alimentos que ya tienes para evitar que se estropeen reducir el gasto de la compra de lo que te falte.
Una vez que vayamos a almacenar los alimentos en casa, coloca los productos recién comprados al fondo y los que llevan más tiempo delante, para consumirlos antes y evitando que caduquen o se estropeen. Este es el método clásico usado en las cocinas profesionales para evitar intoxicaciones y reducir el gasto en productos y alimentos.
Es importante también ceñirse la lista. Incluye en ella algunos caprichos planificados para evitar las compras compulsivas, los anotojos y las ofertas 3×2. Es mejor pagar uno y no tirar uno, que pagar dos y acabar consumiendo uno. El ahorro consiste en comprar lo que necesites. Por último, no abras los envases hasta que no tengas la seguridad de que vas a consumir, al menos, su mayor parte.
Más miembros en la familia, más dificultad de planificación
Asimismo, la OCU pide especial atención en los hogares en los que hay niños o muchos miembros, ya que suele comprarse mucha comida preparada y en grandes cantidades. La sensación de que se necesita mucha cantidad de alimentos a menudo hace que se compre «mucho de todo», y esto supone que una parte de esos alimentos no lleguen a consumirse. En estos hogares, la planificación es especialmente importante.