Las legumbres son uno de los grupos de alimentos más completos que existen. Son fundamentales en cualquier dieta sana y equilibrada por todos los beneficios que aportan al bienestar de nuestro cuerpo.
Aquí vamos a hablar de aquellas legumbres que, además de mejorar nuestra salud, nos ayudan en la pérdida de peso. No es solo una cuestión estética, evitar el sobrepeso es una de las claves de una vida saludable.
Legumbres para perder peso y ganar en salud
«Lo que te hace falta es un buen plato de garbanzos». Aunque el consumo de legumbres está recomendado en una alimentación sana, dichos y creencias populares como este han hecho que las legumbres se queden fuera de una dieta de adelgazamiento.
Lo que muchas personas no saben es que las leguminosas son una gran ayuda para perder peso y, además, hacerlo de una manera muy saludable gracias a su gran aporte en proteínas, fibra e hidratos de carbono complejos.
¿Cómo ayudan las legumbres en la pérdida de peso?
Esos dichos populares que juegan con la idea de engordar a alguien a base de lentejas, garbanzos y otras legumbres, tienen su motivo. Las legumbres no nos ceban, pero su alto contenido en proteínas y fibra provocan una gran sensación de saciedad. Lo mejor de todo, es que lo hacen antes que la mayoría del resto de alimentos, con lo que hace falta comer menos para que tengamos la sensación de que nos hemos puesto las botas. Pero sí que nos alimentan, y muy bien. Al comer menos, estaremos reduciendo el riesgo de padecer sobrepeso. Esto se debe también a que durante la cocción absorben una gran cantidad de agua con lo que incrementa notablemente su volumen y su capacidad para saciarnos al tiempo que nos aporta una estupenda fuente de hidratación para el organismo.
Estas son las mejores legumbres para perder peso y ganar en salud
No todas las legumbres tienen las mismas propiedades ni actúan igual en nuestro cuerpo. Existe varios tipos de estos alimentos que son los ideales para tener buena salud al mismo tiempo que notamos como perdemos algunos kilos incómodos. Y, no te preocupes, no son legumbres difíciles de encontrar, más bien todo lo contario. Seguro que tienes de casi todas en la despensa de casa.
En primer lugar, las lentejas. Son una de las legumbres más completas desde el punto de vista de la nutrición. Famosas por darnos energía gracias a su aporte en hierro, necesario para la producción de hemoglobina, también ayudan a regular el nivel de azúcar en la sangre y a reducir el colesterol malo.
En segundo lugar, los garbanzos son otras de las legumbres que tienen altos beneficios para la salud. Entre otras propiedades, los garbanzos son ricos en folato (vitamina B9), responsable de la producción de material genético como el ADN, aportando el 71% de la cantidad diaria recomendada. Numerosos estudios sobre nutrición han demostrado también que, al igual que las lentejas, ayudan reducir el azúcar en la sangre y a aumentar la sensibilidad a la insulina. Su alta capacidad para saciarnos reduce el apetito y nos evita el picoteo entre horas, uno de los principales factores para tener sobrepeso. Los garbanzos mejoran la composición de las bacterias intestinales y la microbiota gracias a la fibra, con lo que puede ayudar a proteger contra enfermedades relacionadas con el intestino.
Otra de las legumbres indicadas para mejorar nuestra condición física es la soja. Contiene nutrientes muy beneficiosos para el cuerpo, como la vitamina K, necesaria para formar coágulos y para detener los sangrados, folato o hierro. También se ha demostrado que la soja contiene altos niveles de isoflavonas, un antioxidante relacionado con un menor riesgo de padecer algún tipo de cáncer.
Por último, el consumo de guisantes está particularmente indicado por ser unas legumbres más ricas en proteínas, lo que favorece la pérdida de peso. Como en el caso de la soja, también aportan vitamina k y contienen fibra, micronutrientes y compuestos antioxidantes de alta calidad muy beneficiosos para nuestra salud.
En general, las legumbres son alimentos con un alto contenido proteico, lo que contribuye a acelerar el metabolismo. Esto permite un mayor rendimiento en el procesamiento que nuestro cuerpo hace de los alimentos, favoreciendo su función nutritiva.
