En una época en la que cada vez es más frecuente que las empresas encuentren formas de colaborar con la sostenibilidad y el buen uso de los recursos, lo lógico es que los supermercados y empresas de alimentación se centren en que toda la comida pueda ser aprovechada por el mayor número de personas posibles.
La cadena de supermercados Lidl, una de las más conocidas y que más venden en los países en los que opera, ha encontrado una ingeniosa y revolucionaria forma de reducir el desperdicio de alimentos y que estos sean asequibles para un mayor número de consumidores. Se trata de las ‘bolsas antidesperdicio’.
Las bolsas ‘antidesperdicio’ de Lidl que solo cuestan 3 euros
Bajo el acertado eslogan «lo buena nunca sobra», Lidl refuerza la idea de que lo que vende sigue cumpliendo con sus estándares de calidad, y reduce la cantidad de alimento que acaba entre los desperdicios. El sistema consiste en separar la fruta y verdura cuyo aspecto no cumple los requisitos estéticos de los lineales —sí, esto pasa— o las que al llegar nuevos productos frescos no se han vendido pero continúan en buen estado.
Con estos alimentos se preparan bolsas que contienen un variado de frutas y verduras que, además, solo cuestan 3 euros. De esta manera podemos tener una cuantas frutas y verduras diferentes a un precio muy económico. Más o menos lo que costaría un kilo de cualquiera de estos alimentos y mucho menos de lo que tendríamos que pagar para comprar estos alimentos por separado.
Las primeras pruebas con la bolsa ‘antidesperdicio’ han sido un éxito
La implantación de este sistema en los supermercados Lidl ha obtenido muy buenas respuestas por parte de los consumidores. Según vaticina Michaela Reischl, directora de Responsabilidad Social Corporativa de la cadena, «tras el éxito de Canarias estoy convencida de que nuestros clientes del resto del país también acogerán esta iniciativa de forma muy positiva»
De hecho, la iniciativa de Lidl ya puede incluso verse tímidamente aparecer en otras cadenas y establecimientos de venta de alimentos. Por ejemplo, en algunos supermercados de la cadena Carrefour también puede encontrarse un formato similar, en las que que pequeñas fiambreras de cartón guardan distintas frutas y verduras por un precio similar al de Lidl.
¿Qué más hace Lidl para reducir desperdicios?
Las bolsas antidesperdicio pueden considerarse la punta de lanza en las intenciones de Lidl con respecto a la implementación de medidas para salvar comida en buen estado. Parece que Canarias está siendo su laboratorio de experimentos, ya que allí han puesto en marcha otras medidas para ver cómo responden los clientes antes de extenderlo al resto de tiendas en España.
Una de estas medidas es la venta de tipos de pan que pueden ser consumidos al día siguiente de haberse horneado, como el pan de centeno o la hogaza de frutos secos, con una reducción de precio del 50%. Hasta ahora, Lidl aplicaba una reducción del 30% para dar salida a productos como la carne o los lácteos, cuya fecha de caducidad estaba cerca. Ahora, ese descuento ha aumentado hasta el 50%.
También ha creado una rebaja sobre alimentos sobre los que no suele aplicarse descuento por proximidad de fecha de caducidad o consumo preferente. Se está testando que los congelados próximos a sus fechas límite también tengan un descuento dl 30%.
Un futuro sostenible es responsabilidad de todos
Conseguir formas de consumo y producción sostenibles es crucial para un futuro mejor para todos. No es una responsabilidad por tanto solo de las empresas, la manera en la que consumimos también es importante. Fomentar modelos de economía circular o desperdicio cero es algo que las empresas deben fomentar y a lo que los consumidores debemos saber responder adecuadamente.
En este sentido, Reischl ha explicado que “reducir el desperdicio alimentario es una de nuestras prioridades en materia de sostenibilidad. Apostamos firmemente por la prevención, planificando y gestionando de forma eficiente nuestro surtido para minimizar al máximo el stock de productos sobrantes«. De esta manera Lidl intenta que no se tire comida y «pretende incentivar la compra de frutas y verduras todavía aptas para su consumo».