Comer un buen Roscón de Reyes en Navidad ya es una tradición que no se pierde. Es una receta navideña que todos sin excepción hemos probado alguna vez. Es un postre muy goloso, con un regalo en su interior, que normalmente se toma después de la comida o en la merienda. Durante las fiestas navideñas, un Roscón de Reyes no puede faltar: es indispensable. Se suele comer el 6 de enero, el día de Reyes, pero normalmente se come más de un día en las vacaciones de Navidad. La gente suele comprarlo ya hecho de una pastelería, pero también puedes hacer esta receta tú mismo, para ser más original y creativo. En este artículo te explicamos cómo.
El origen del Roscón de Reyes
Se dice que el mayor promotor de este dulce navideño fue el rey francés Luis XV. Cuenta la leyenda que el cocinero de la Corte, eslavo, quiso obsequiar al Monarca en el día de la Epifanía con un roscón tradicional de su país, pero con una sorpresa dentro del postre: un medallón de diamantes precioso.
El rey francés quedó encantado con el invento, y se dedicaría a propagarlo, con una moneda en su interior como sorpresa, entre la aristocracia francesa y europea. En el siglo XVIII, esta idea tan original por aquel entonces llegó a España, donde rápidamente se convirtió en una tradición en fechas navideñas. Madrid y Sevilla pronto se convertirían en las ciudades de referencia en cuanto a la preparación de esta gran obra de la repostería.
Cómo elaborar tu propio Roscón de Reyes
No te vamos a engañar: esta receta requiere algo de tiempo y paciencia, pero el resultado final es escandaloso. Un buen roscón casero es mucho mejor que uno industrial.
Ingredientes necesarios
- 400 gramos de harina de fuerza
- 70 gramos de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 100 gramos de azúcar
- 2 huevos
- 20 mililitros de ron (licor)
- 100 mililitros de agua
- 30 mililitros de leche
- 1 ralladura de naranja
- 20 gramos de levadura prensada
- Media cucharada de agua de azahar
- Sal
- Almendras picadas en láminas
- Fruta escarchada
- Azúcar granulado
Elaboración
Ten en cuenta que estarás casi dos horas en la cocina, pero te aseguramos que el tiempo que inviertas preparando este delicioso postre valdrá la pena. El resultado final será exquisito.
- Introduce en un bol grande 350 gramos de harina, haz un hueco en el centro y, en él, añade el azúcar, la levadura disuelta en el agua templada, el ron, la leche, la ralladura de naranja, el agua de azahar y la mantequilla.
- Mezcla todo ligeramente, y añade uno de los huevos y la pizca de sal. Después, amasa bien.
- Cuando se hayan mezclado bien los ingredientes, pon esta masa sobre una superficie enharinada y sigue amasando hasta que la masa quede elástica y no se pegue. Si es necesario, añade más harina poco a poco. Eso sí, ten cuidado de no dejar la masa demasiado seca: tiene que quedar pegajosa.
- Forma una bola con la masa y haz un agujero en el centro. Estira y agranda cuidadosamente este agujero para darle forma al roscón.
- Coloca la masa sobre una bandeja de horno, en un lugar cálido. Déjalo levar por lo menos una hora. Mientras tanto, precalienta el horno a 200 grados centígrados.
- Pinta el roscón con el otro huevo batido y decóralo con la fruta escarchada, las almendras fileteadas y el azúcar granulado.
- Por último, hornea el roscón entre 15 y 20 minutos a 200 grados o hasta que la superficie quede doradita. Sácalo cuando esté listo y deja que se enfríe ligeramente antes de probarlo.