¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando escuchas o lees la palabra Navidad? A nosotros el turrón, por supuesto. No sabemos si es porque somos muy golosos y nos encanta el dulce o porque nos recuerda a toda nuestra familia comiendo turrones mientras contamos anécdotas familiares y nos marcamos unas buenas risas después de la cena de Nochebuena o Nochevieja mientras esperamos las campanadas para tomarnos las 12 uvas.
Da igual el motivo, todo el mundo sabe que el turrón es uno de los protagonistas principales de la Navidad y que está siempre presente en todas las mesas españolas, incluso mucho antes de la época navideña porque los supermercados empiezan a venderlos unos meses con antelación. Y también todo el mundo sabe que uno de los turrones favoritos es el turrón de Jijona. ¿Que por qué es el de Jijona uno de los favoritos? Sigue leyendo porque te lo contamos en las próximas líneas.
Jijona, el turrón más famoso de la Navidad
Cada vez hay muchos nuevos sabores y nuevas fusiones en el mundo de los turrones pero, aunque siempre metas en el carro un sabor nuevo para probarlo con tu familia, hay sabores tradicionales que nunca, pero nunca nunca, van a faltar en tu despensa ningún año, como es el caso del turrón de Jijona. Es un turrón que le gusta a todo el mundo, desde niños a mayores, gracias a su delicioso sabor a almendra y a su textura blanda y suave. Y es en la almendra donde el turrón de Jijona guarda el secreto de todo su éxito.
En el mercado, como te habrás podido dar cuenta, nos encontramos con muchas marcas de esta variedad de turrón y de todos los precios. Es importante que sepas que la calidad de este turrón no la marca su precio, es decir, no va a ser peor ni mejor dependiendo de si es más barato o más caro. Lo que realmente marca su calidad es que cuente con la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.), un parámetro que indica que el producto ha sido elaborado en Jijona y con ingredientes procedentes de la Comunidad Valenciana.
Características de un buen turrón de Jijona
Como te acabamos de comentar, lo primero que debes hacer es mirar bien que en su envoltorio localices el sello de Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) para saber que ha sido elaborado 100% con productos del pueblo de Jijona, Alicante. Este sello ya te garantizará que ese turrón tiene las siguientes características:
- Su ingrediente principal es la almendra dulce: Una de las variedades más usadas en su elaboración es la almendra Marcona, la cual tiene el punto justo de humedad y un buen calibre. Si lees el etiquetado de sus ingredientes, te darás cuenta que los turrones que son de Categoría Extra tienen un 50% de almendras y los de Categoría Suprema un 64%.
- La miel, el azúcar y la clara de huevo son sus otros ingredientes: Volviendo al etiquetado de sus ingredientes, identificarás que es un buen turrón de Jijona porque, además de la almendra, también contiene miel, azúcar y clara de huevo. Añadir que el segundo ingrediente más importante después de la almendra es la miel, por eso, lo ideal es que el turrón tenga, como mínimo, un 10% de este ingrediente.
- No contiene aditivos u otros endulzantes: Almendras, miel, azúcar y clara de huevo. Ya está, esos son sus ingredientes. Así que si ves algo más como emulsionante E471, jarabe de glucosa o azúcar invertido, déjalo mejor en la estantería del supermercado porque ese turrón no es originario de Jijona.
- Su textura y su sabor son la clave: Cuando llegues a casa y lo pruebes, el turrón debe tener una textura firme, ser homogéneo, cremoso y no terroso, no muy dulce y con fuerte olor a almendra tostada con notas de miel. Si su degustación no tiene estas características, no estás ante un Jijona original.
Proceso de elaboración del turrón de Jijona
Lo primero que se hace es tostar las almendras, a fuego intenso, en unas máquinas llamadas tostadores. A su vez, en una especie de batidora giratoria y a fuego vivo, se mezclan el azúcar y la miel. El siguiente paso consiste en mezclar las almendras tostadas con el azúcar, la miel y las claras de huevo y la mezcla obtenida se muele en unos molinos hasta conseguir una masa fluida uniforme. A continuación, esta masa se introduce en unos calderos, llamados “boixets”, donde se somete a una segunda cocción, gracias a la cual conseguirá una textura mucho más homogénea y parecida al acabado final del turrón. Esta masa, una vez cocida, se vierte en unos moldes y se deja enfriar, como mínimo 24 horas, para que el turrón termine de arrematar antes de cortarlo en pastillas y envasarlo.
Diferencia principal entre el turrón blando y el turrón duro
Además del turrón blando, en el mercado hay otra variedad muy famosa como es el turrón duro. Seguro que te sonará el turrón de Alicante. Pues bien, este turrón de Alicante también tiene el mismo sello de Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) que el de Jijona y, aunque sus ingredientes son los mismos (almendra, miel, azúcar y clara de huevo), su principal diferencia reside en sus procesos de elaboración, especialmente en la parte final del mismo.
Básicamente, durante la elaboración del turrón de Jijona, una vez los ingredientes han sido mezclados, estos pasan por los molinos para convertirlos en una masa fina y uniforme y luego se cuecen en los calderos. Por el contrario, en la parte final del proceso de elaboración del turrón duro de Alicante, se añade clara de huevo diluida como blanqueante la cual se adiciona a la almendra tostada. A continuación, a la masa que se obtiene como resultado, se le da un volteo manual con palas hasta conseguir una mezcla homogénea. A la hora de moldearlo, se recubre de obleas.