La jubilación no contributiva vuelve a ser noticia por la actualización de su importe mensual medio, que en 2025 se sitúa en torno a 564,70 euros al mes, repartidos en 14 pagas.
Esta cantidad equivale a 7.905,80 euros al año, y representa el máximo posible antes de aplicar ajustes por ingresos o convivencia, algo que afecta a buena parte de los beneficiarios.
Jubilación no contributiva: cuánto se cobra en 2025
Esta modalidad de pensión está pensada para quienes no han cotizado lo suficiente a la Seguridad Social, pero cumplen ciertos requisitos de edad y residencia. La cuantía íntegra, fijada en 7.905,80€ anuales, se traduce en esos 564,70€ mensuales.
Sin embargo, la mayoría no percibe la cantidad completa, ya que el cálculo final tiene en cuenta la situación económica de cada persona y de su entorno familiar.
En hogares donde conviven varios beneficiarios de jubilación no contributiva, el importe baja. Por ejemplo, si hay dos personas con derecho, cada una cobra alrededor de 480 euros al mes, unos 6.700 euros al año. Es una medida pensada para equilibrar las ayudas dentro de un mismo núcleo familiar.
Requisitos para acceder a la jubilación no contributiva
Para recibir esta pensión hay que tener 65 años o más, residir en España durante al menos 10 años (dos de ellos consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud) y no superar un nivel de ingresos determinado. Si la persona vive sola, no puede ingresar más de 7.905,80 euros al año.
En caso de convivir con familiares, los límites suben proporcionalmente según el número de miembros.
Factores que modifican el importe de la jubilación no contributiva
El importe final depende sobre todo de los ingresos personales y familiares, además del número de beneficiarios dentro de una misma vivienda. También puede variar en función de circunstancias especiales, como discapacidad reconocida o necesidad de ayuda de tercera persona.
En ese último caso, la prestación puede incluir un complemento económico que eleva el total mensual, aunque sigue dentro de los márgenes de la modalidad no contributiva.
Comparativa con la jubilación contributiva
La diferencia con la pensión contributiva es considerable: la media nacional de estas últimas ronda los 1.500 euros mensuales, casi el triple que una no contributiva. Por eso, esta ayuda se considera un mínimo vital dirigido a quienes no han cotizado lo suficiente pero necesitan cobertura económica para su vejez.
- Revisar los ingresos personales y familiares antes de solicitarla.
- Acreditar correctamente los años de residencia exigidos.
- Entender que la convivencia con otros beneficiarios reduce la cuantía.
- Consultar siempre los plazos y trámites en la comunidad autónoma correspondiente.
Ten en cuenta que la jubilación no contributiva se mantiene como una red de protección para los mayores con menos recursos. No garantiza independencia económica, pero sí una base mínima de seguridad que el Estado actualiza cada año según el contexto social y presupuestario.



