La jubilación y la pensión vuelven a moverse. A partir de 2026 cambian las reglas clave del sistema público y el ajuste no es menor: más edad para cobrar el 100%, nuevas cifras y una revalorización que ya tiene números encima de la mesa.
Hablar de jubilación, pensión contributiva y edad legal ya no es mirar al futuro lejano. El calendario está marcado y afecta tanto a quien está a punto de retirarse como a quienes aún tienen varios años por delante. La reforma sigue avanzando, paso a paso, pero sin pausa.
Jubilación y pensión en 2026: qué cambia de verdad
El primer impacto está en la edad. Desde el 1 de enero de 2026, para acceder al 100% de la pensión de jubilación ya no bastará con cumplir años: hará falta cumplirlos en el momento correcto y con suficientes cotizaciones. Quienes no lleguen a una carrera laboral larga deberán esperar más. En concreto, la edad ordinaria sube hasta los 66 años y 10 meses si no se alcanzan los años exigidos. Es un nuevo empujón dentro del calendario iniciado hace más de una década.
Para quienes sí superen el umbral de cotización, el sistema mantiene una puerta abierta. Con 38 años y 3 meses cotizados, la jubilación sigue siendo posible a los 65 años, sin recortes en la pensión. El requisito mínimo para tener derecho a una pensión contributiva no cambia. Siguen siendo necesarios 15 años cotizados, y al menos dos deben estar dentro de los quince anteriores a la jubilación.
Lo que sí cambia es el peso de cada mes trabajado. Cada año adicional de cotización cuenta más que nunca, porque marca la diferencia entre jubilarse antes o tener que alargar la vida laboral casi un año más. En 2025 el listón estaba en 66 años y 8 meses. En 2026 se añaden dos meses más. Es un ajuste pequeño en apariencia, pero muy relevante en la práctica.
Jubilación parcial y contrato de relevo
La jubilación parcial también se ajusta al nuevo marco. Cuando no hay contrato de relevo, la edad mínima se iguala a la edad ordinaria, lo que limita bastante esta opción.
Con contrato de relevo, el escenario es algo más flexible. En 2026, la jubilación parcial será posible desde los 63 años y 10 meses para quienes no alcancen la cotización larga. Si se acreditan 33 años cotizados, el acceso puede adelantarse hasta los 62 años. La jubilación anticipada sigue existiendo, pero no es una vía cómoda. La modalidad voluntaria permite adelantar hasta 24 meses, siempre que se acrediten 35 años cotizados y que la pensión resultante supere la mínima legal.
En la jubilación forzosa, derivada de un cese involuntario, el adelanto puede llegar a 48 meses. En estos casos, la edad mínima se sitúa entre los 61 y los 62 años y 10 meses, según la carrera laboral. Los coeficientes reductores siguen siendo el peaje. En términos generales, los recortes oscilan entre algo menos del 3% y más del 20%, y pueden alcanzar el 30% en los adelantos máximos.
Incentivos por retrasar la pensión
Quien decida seguir trabajando más allá de la edad legal tiene premio. El sistema permite elegir entre un aumento porcentual de la pensión, un pago único o una combinación de ambos. Desde la última reforma, no hace falta completar un año entero adicional. A partir del segundo año de demora, cada periodo superior a seis meses ya genera incentivo. Es un cambio técnico, pero relevante.
Revalorización de pensiones en 2026
Las pensiones subirán en 2026 conforme a la inflación media del periodo de referencia. El incremento previsto es del 2,7% para las pensiones contributivas y de clases pasivas. Las pensiones mínimas, no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital tendrán una subida mayor, por encima del 7%, y en algunos casos superarán el 11%, especialmente cuando hay cónyuge a cargo o cargas familiares.
Una pensión media de jubilación ganará alrededor de 570 euros al año con esta actualización.
También se mueven los topes. La base máxima de cotización subirá un 3,9%, situándose en 5.101,2€ mensuales. La pensión máxima alcanzará los 3.359,6€ al mes, en catorce pagas. En resumen, 2026 consolida una idea clara: la jubilación y la pensión dependen cada vez más del tiempo trabajado y de cuándo se toma la decisión de retirarse.
