Si quieres adentrarte en el mundo de la cultura romana, estos son los lugares que puedes conocer. Teatros, templos, calzadas, foros, acueductos, mosaicos, entre otras obras arquitectónicas, son algunos de los atractivos que puedes conocer de la antigua Roma sin salir de España. Los romanos llegaron a la Península Ibérica hace mucho tiempo, concretamente en el año 218 antes de Cristo. Grandes monumentos, magníficas ciudades, calzadas, puentes, acueductos y un legado incalculable son la herencia que, dos mil años después, nosotros preservamos dentro de nuestras fronteras.
Existen ciudades que siguen conservando el trazado idéntico de sus calles y, sobre todo, en algunas ciudades se siguen conservando reconstrucciones de cómo vivían los romanos en su época. Entre ellas, nosotros vamos a destacar cinco dentro de nuestro país: Tarraco, Cartago Nova, Augusta Emerita, Itálica y Lucus Augusti. La primera, Tarraco (Tarragona), es la ciudad perfecta para vivir una experiencia romana porque la capital de la Tarraconensis llegó a tener una población que rondó los 40.000 habitantes y recorrerla es casi realizar un viaje en el tiempo. Su casco antiguo es otro gran atractivo al ocupar una colina. La zona contemporánea queda debajo de ella por lo que desde abajo se ve a simple vista cuál es la parte vieja y qué es la zona nueva. Imperdible si lo que quieres es hacer turismo.
Ciudades romanas que se extienden por todo el territorio de nuestro país
En segunda instancia, nos encontramos con Cartago Nova, la actual Cartagena. Habitada ininterrumpidamente durante más de 2.000 años., Cartago vivió muchos siglos ajena al enorme legado monumental que dejaron los romanos hace mucho tiempo. El magnífico teatro romano, el anfiteatro, los edificios del foro y algunos de sus templos son los grandes atractivos de la actual ciudad murciana. La tercera ciudad romana que vamos a destacar es la actual Mérida, capital de Extremadura, y antiguamente, denominada Emerita Augusta. Emblemática por su conjunto de ruinas romas más impresionante de la Península, Emerita Augusta fue fundada en el año 25 a.C. a petición de Octavio Augusto y, hoy en día, es el conjunto arqueológico más extenso de España y está declarado patrimonio mundial por la UNESCO desde 1993.
La primera ciudad romana fue la cuarta que vamos a comentar. Itálica, fundada en el año 206 a.C., se encuentra entre Hispalis (Sevilla) y otra ciudad romana, Ilipa, la actual Alcalá del Río. Dos emperadores importantes de la Antigua Roma nacieron en esta ciudad. Trajano y Adriano son itálicos. Esta ciudad, actualmente, se encuentra en ruinas, aunque muy bien conservadas ya que sigue encontrándose el gran anfiteatro con capacidad para 20.000 espectadores, unas termas, un acueducto y muchas casas de patricios. Los bellos mosaicos siempre han sido uno de los grandes atractivos de las casas de esta ciudad.
Los romanos construyeron sus ciudades en diferentes puntos de España
Y, por último, y no menos importante, es la ciudad de Lucus Augusti, la actual Lugo (Galicia). Los romanes no solo se instalaron en el Levante o en sur de nuestro país, sino también en el norte de la Península. Edificaron esta ciudad en un paraje estratégico y privilegiado, en el que se levanta su gran muralla, uno de los iconos de la ciudad, antiguamente utilizada para salvaguardar la ciudad de la amenaza babara. El otro gran atractivo que no te puedes perder es el puente romano, construido en la época romana para salvar en el río Miño la ruta que unía la ciudad con Bracara Augusta (Braga, en Portugal). La recomendación gastronómica que se suele hacer es visitar la Confitería Madarro, toda una institución en Lugo.
Cualquier opción es buena si quieres adentrarte en una cultura de la que conservamos mucho y qué ha marcado nuestro patrimonio cultural turístico. Sin duda, que estas ciudades se encuentren en nuestro país, hacen que España pueda gozar y presumir de tener un legado único y exclusivo en el mundo. Cada una de estas ciudades poseen grandes valores arquitectónicos e históricos que debemos seguir conservando por mucho tiempo. Visitarlos significa también conservarlos. No esperes más porque tendrán mucho que enseñarte.