¿Eres de los que no puedes esperar a qué llegue diciembre para poner el árbol de Navidad y llenar tu casa de bolas, luces, estrellas o muñecos de nieve?, ¿Te encanta moverte a ritmo de villancico desde un mes antes de la llegada de Papá Noel? Si es así, has de saber que eres un afortunado o afortunada pues según un estudio publicado en el Journal of Environmental Psychology, los ciudadanos que lucen la decoración navideña a partir de noviembre son más amigables y accesibles con sus vecinos, y por tanto, más felices.
¿Somos más felices porque decoramos en clave navideña antes de tiempo? ¿O tenemos prisa por llenarlo todo de guirnaldas de luces porque no podemos contener la felicidad? Para el psicoanalista Steve McKeown, en un mundo lleno de estrés y ansiedad, la gente desea asociaciones que les hagan felices; y la decoración navideña evoca esos fuertes sentimientos de alegría de la infancia. La atmósfera de estas fiestas sirve de anclaje o atajo para esas emociones mágicas de excitación de nuestra infancia. Por tanto, adelantar la puesta en escena de la decoración navideña extiende la alegría.
La religión cristiana tiene fijado un día concreto para colocar el árbol de Navidad y el Belén
Aunque adelantar la decoración navideña nos hace más felices según este estudio, lo cierto es que existe un día fijado en el calendario para poner en nuestras viviendas el árbol y el resto de adornos. Cada familia es un mundo, pero la gran mayoría de la gente aprovecha el puente de diciembre para llenar de esencia navideña su hogar. Aunque son muchos los que piensan que esto se debe a que se aprovecha el festivo para llevar a cabo esta tradición, lo cierto es que tiene otra explicación.
En la religión cristiana existe un día concreto para poner el árbol de Navidad. Se trata del 8 de diciembre o Día de la Inmaculada Concepción. Así lo estableció el Papa Pío IX en el año 1854, en el que se fijó tal fecha como el día en el que la Virgen María «fue preservada por privilegio único de la mancha original desde el primer instante de su Concepción». Esta fecha también sería en la que habría que montar el Belén. ¿Y cuando los quitamos? Pues deben mantenerse hasta el día 6 de enero, ya que según nuestra tradición, son los Reyes Magos los que nos dejarán los regalos al pie del árbol, junto a los zapatos.
Significado del árbol de Navidad
Seguro que, aunque llevas toda tu vida poniendo el árbol de Navidad en tu casa, eres uno de los muchos que desconocen el significado de uno de los elementos decorativos más simbólicos de estos festejos. Se decora con bolas de colores, una estrella, espumillón, luces, figuras, lazos y guirnaldas. Este árbol, que suele ser el lugar donde se colocan los regalos para abrirlos después de la cena navideña, puede ser de dos tipos: natural o artificial y generalmente es de color verde, aunque este año las tendencias apuntan a la mezcla de dorado y plateado, para un decorado elegante, a la última y sencillo.
Por su parte, las luces que sirven para adornarlo remiten el misterio de la Nochebuena, momento del nacimiento de Jesucristo que trae al mundo una luz de nueva esperanza. Asimismo, cada adorno tiene su propio significado. Así, las luces «Iluminan nuestro camino en la fe»; las bolas de colores representan «los dones que Dios les da a los hombres»; el espumillón y las cintas simbolizan la «unión familiar alrededor de los buenos deseos y dones que se desean brindar; mientras que la estrella que corona la copa del árbol representa «la fe que guía nuestra vida».
Aunque no todo el mundo lo hace, debe esperarse al 24 de diciembre para colocar la estrella en la cima del árbol, y es costumbre que el más pequeño de la casa lo haga para otorgarle un mayor significado. Hace alusión a la estrella de Belén y, de acuerdo con la Iglesia Católica, la estrella simboliza la fe, la cual debe guiar la vida de todo seguidor de Cristo. En cuanto al origen del árbol navideño, al inicio tenía un significado completamente diferente al actual.
Todo empieza cuando los primeros cristianos arribaron al norte de Europa, donde se celebraba el nacimiento de Frey: reconocido como el dios del Sol y la fertilidad, y la tradición era adornar un árbol perenne en los días previos a la celebración actual de Navidad. Se hacía llamar «Yggdrasil» y simbolizaba al «árbol del Universo». En la parte superior (punta del árbol) se hallaba «Asgard» y «Valhalla», que significa la morada de los dioses y el palacio de Odín, respectivamente. En las raíces se ubicaba «Helheim», haciendo referencia al reino de los muertos.
Tiempo después, durante el proceso de evangelización en el siglo VIII en Alemania, San Bonifacio cortó el árbol del Universo para dar por culminada la adoración a dioses paganos, como lo visualizaba el cristianismo. Lo reemplazo por un pino con hojas perennes, las cuales simbolizan el amor de Dios. Además, agregó manzanas para representar el pecado original, y velas para representar la luz de Cristo, que luego se convertirían en luces artificiales y adornos parecidos a la manzana.
Tendencias decorativas para este 2022
Las tendencias para este 2022 apuntan a los estilos nórdicos, un año más, que combinan con estilos clásicos como los detalles escoceses, las iluminaciones minimalistas o los adornos rústicos en puertas y ventanas. También la sostenibilidad va ganando terreno y cada vez vemos más adornos elaborados con material reciclado o en fibras naturales. Aunque, como todos los años, haya algunas modas, lo más importante es que tu decoración siga tus gustos y esté adaptada a tu personalidad y al estilo de tu casa.