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El estampado perfecto para la vuelta a la rutina

Se trata del print más elegante heredado del guardarropas masculino.

Traje rayas diplomáticas

Al igual que en el mundo de la moda se dan idas y venidas en las tendencias, existen otras que tienen su asiento fijo durante cada temporada, como es el caso de las rayas diplomáticas. No importa el año en el que nos encontremos, este tipo de estampado revive temporada tras temporada en la época otoñal y por supuesto que para esta ocasión, no iba a haber una excepción en su momento del año por excelencia.

Con el retorno a la oficina, ese lugar en el que las rayas diplomáticas también tuvieron tiempo de aburrirse y el street style se encargó de sacarlas a pasear, el clásico estampado se convierte por segundo año consecutivo en una de las propuestas más interesantes para retomar la rutina. Una vez más, su diseño encuentra la perfección y se alza como uno de los estampados de moda que más veremos por los despachos.

Su diseño cumple a la perfección con las exigencias de aquellas que quieren lucir perfectas en su día a día. Y es que se trata sin duda de uno de los prints más elegantes que hemos heredado del guardarropas masculino. En su formalidad y su funcionalidad, las prendas de rayas diplomáticas encuentran a sus mejores aliadas y simplemente con esos pequeños detalles, serán capaces de inspirar tus looks diarios en el comienzo del otoño.

Una apuesta segura

Además de la comodidad, con el paso del tiempo ha quedado en evidencia como para ir a la oficina siempre buscamos estilismos formales y las rayas diplomáticas cumplen a la perfección con esos requisitos, al mismo tiempo que logran teñir de sofisticación los estilismos de aquellas mujeres clásicas que tienen clara cuál es su apuesta. Aunque cada vez son más aquellas que se atreven a probar con un estampado que, en el caso de las más arriesgadas, también tiene propuestas con las que romper con esa seriedad que tanto lo caracteriza.

Traje raya diplomática
Traje raya diplomática

Sus propuestas son incalculables: las blazers, los pantalones de corte recto, las faldas midi, las camisas, los mocasines e incluso los bolsos shopper, han pasado a ser una parte esencial en la que estampar este tipo de diseño, al mismo tiempo que lo han convertido en un fondo de armario funcional. Se caracteriza por contar con unas rayas muy finas, con una distancia mínima entre ellas e incluso, en ocasiones, se han presentado propuestas con esas rallas dibujadas de manera discontinua para romper con la monotonía que presentan año a año.

La versión original tuvo su origen en el Londres del siglo XIX. Por aquel entonces, eran los empresarios de bancos quienes se encargaban de lucir la raya diplomática en su uniforme (de ahí que sea una herencia de los armarios masculinos), pero con el paso del tiempo esta tendencia pasó a convertirse también en el sello distintivo del colectivo de los gangster.Por lo que fue y sigue siendo, la elección idónea para cualquiera que desee por encima de todas las cosas una sastrería de líneas impecables.

También se han reinventado

A pesar de que tardó algo más de tiempo en entrar en el vestidor femenino para revolucionarlo, algunos diseñadores como Yves Saint Laurent hicieron el estampado estrella accesible para todos los públicos y con el paso del tiempo, ha conseguido desligarse como prototipo de cualquier colectivo. De ahí que dentro del mundo de la moda haya ganado un gran recorrido hasta el punto de haber sido versionado en varias ocasiones, para dotarlo también de versatilidad.

Inevitablemente seguiremos encontrando las rayas diplomáticas en las prendas más clásicas como las mencionadas americanas o los pantalones de corte recto, pero a partir de ahora también seremos testigo de apuestas más arriesgadas que llegan a través de tops en forma de chaleco, minifaldas o camisas asimétricas que tienen una única misión: rejuvenecer la raya diplomática para terminar de ampliar su presencia para todos los públicos dentro del mundo de la moda.

La estética de las rayas diplomáticas no solo se rejuvenece a través de propuestas innovadoras sino que un año más, las firmas vuelven a ofrecer este print clásico en tonalidades poco habituales como el beige o el marrón. Eso no quiere decir que los clásicos a los que estamos acostumbrados como los negros, los azules marino o los grises se pierdan de vista, sino que convivirán (y cada vez con más frecuencia) con todas las propuestas subyacentes que parecen haber llegado para quedarse. 

Lo que sí permanece intacto con el paso del tiempo son esos trajes de dos piezas, es decir, americana y pantalón que tanto juego pueden darnos a la hora de combinar. Porque ha quedado demostrado que ambas prendas pueden exhibirse de manera independiente manteniendo la elegancia del conjunto y además, ahora que este tipo de estampado también ha heredado el estilo college a través de su rejuvenecimiento, las maneras de combinarlo aumentan en cantidad.

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