La jubilación en España encara otro ajuste importante. En 2026, las pensiones volverán a subir siguiendo la inflación media del año, y aunque el dato definitivo se sabrá en diciembre, todo apunta a un incremento del 2,6%. Este porcentaje marcará el aumento general de las prestaciones contributivas y, en algunos casos, será incluso algo mayor.
El Ministerio de Inclusión y Seguridad Social ya anticipa que las pensiones mínimas, las no contributivas y las de viudedad con cargas familiares tendrán un incremento extra, por encima del IPC, para seguir acercándose al umbral de pobreza fijado por la Unión Europea.
Jubilación y subida de pensiones en 2026
Si las previsiones se cumplen, los jubilados españoles verán reflejada la subida a partir de enero de 2026. La revalorización se calcula con la inflación media entre diciembre de 2024 y noviembre de 2025, un sistema diseñado para evitar pérdidas de poder adquisitivo entre los pensionistas.
En números aproximados, la pensión media de jubilación contributiva pasará de 1.506€ a unos 1.544€ al mes, mientras que la pensión máxima superará los 3.350€ mensuales. En el tramo inferior, la pensión mínima sin cónyuge rondará los 897€, y la de viudedad media se moverá cerca de los 958€.
Estos incrementos siguen la línea de los últimos años, donde las pensiones han ido ajustándose al ritmo del IPC para compensar la inflación. Sin embargo, el debate sobre la sostenibilidad del sistema sigue abierto.
Cambios en el sistema de jubilación a partir de 2026
El año 2026 no solo traerá una subida, sino también nuevas reglas para calcular la pensión. Entrará en vigor un sistema dual de cálculo, que permitirá a los futuros jubilados elegir automáticamente la fórmula que más les beneficie. Se podrán comparar los últimos 25 años cotizados o una media más amplia de 29 años descartando los dos peores.
Además, la edad de jubilación ordinaria se situará en 66 años y 10 meses para quienes no alcancen los 38 años y 3 meses cotizados, mientras que se mantendrá en 65 años para quienes sí cumplan ese requisito. En la práctica, esto empujará a muchos trabajadores a prolongar su vida laboral para no perder importe en la pensión final.
Lo que viene para los pensionistas
Con una inflación estabilizada en torno al 2,6%, el panorama para 2026 parece más calmado que en años anteriores, aunque el reto de fondo sigue siendo el mismo: garantizar que el sistema de jubilaciones siga siendo viable con una población cada vez más envejecida.
En definitiva, las pensiones subirán en 2026 y los jubilados conservarán su poder adquisitivo, pero el equilibrio financiero del sistema dependerá de cómo evolucionen el empleo, la recaudación y las próximas reformas que el Gobierno tenga sobre la mesa.