Ikea está en todas, y en cada una de ellas podemos hacer uso de lo que queremos para un hogar bonito y estructurado. Famosos y bien reconocidos son sus mobiliarios como la cómoda de la serie Malm, la librería Billy, estanterías como la Kallax o el escritorio Micke, entre otros. Pero también es verdad que la cadena sueca vende mucho más que muebles. O, al menos, mucho más que los siempre presentes mobiliarios para ordenar y guardar.
La realidad es que Ikea tiene mucho que decir para todas las facetas de nuestro día a día, y sino que se lo digan a las casas más nuevas o a las que necesitan vestirse y equiparse desde cero. Con ella es fácil dar con piezas tan distintivas como los diversos útiles de cocina o los que nos ayudan a tener nuestro jardín en su perfecto lugar, como sucede con su barbacoa Grillskar, por ejemplo. Ahora lo vamos a ver con su cama reversible para los más pequeños.
Kura, la cama reversible de Ikea para los más pequeños
Con todo, y lo que te vamos a mostrar con Ikea es uno de los productos que están bastante escondidos en su catálogo, pero justamente por eso nos encanta: porque haremos con ella que demos con algo de nuestro mejor gusto y más personal, y por la que tus niños sabrán tener un tipo de estructura que no verán en otro lugar. Esta no es otra que la cama Kura, el modelo que permite que los niños tengan una cama para toda la vida hasta que crezcan.
De este modo, y con una presencia más que notable para nuestros mejores intereses, esta cama forma parte de los artículos que una vez que los pruebas no puedes dejar de recomendarlos. Ya no solo por todo lo que aporta, que será mucho, sino porque podemos comprarlo en cualquiera de tus tiendas Ikea, tanto físicas como online, por un precio bastante bajo si la comparamos con otras camas y diseños del mercado. Cuesta 200 euros.
Esta pieza de Ikea se da la vuelta para convertir la cama baja en alta
Hacia esto, y muy bien observada para reflejar el cambio en nuestros pequeños cuando crecen, esta cama es una muy buena oportunidad porque con ella tendremos la misma configuración como elemento de mobiliario pero del que puede cambiar y variar según los años, y según nuestro hijo vaya creciendo en altura al tiempo que se va haciéndose mayor. Hecha completamente con materiales naturales, está formada por madera de pino macizo.
Como decimos, y a la vez que el pequeño de la casa va haciéndose más grande, esta cama pasará a convertirse en un tipo de mueble del todo encantador para adaptarse a sus exigencias, aunque también a las nuestras. Así su primera cama baja crece con ellos pues, con sólo girar o darle la vuelta a la de abajo, la de arriba se convierte en un espacio para jugar, pero también convirtiendo la cama baja en alta. Tiene unas medidas de 90 x 200 cm.