Dejar el trabajo antes de tiempo tiene un precio claro en la jubilación. Adelantar la edad de retiro sigue implicando recortes importantes en la pensión, incluso para quienes han cotizado durante décadas. Es una realidad que muchos trabajadores descubren tarde, cuando ya han iniciado el trámite.
La pensión de jubilación anticipada, tanto voluntaria como forzosa, aplica coeficientes reductores que se mantienen de por vida. No es un ajuste puntual ni temporal. Es un recorte permanente que depende de cuántos meses se adelante la salida y de los años cotizados.
Jubilación anticipada y recortes en la pensión
En España, la jubilación permite adelantar el retiro hasta dos años respecto a la edad ordinaria, siempre que se cumplan ciertos requisitos. La Seguridad Social autoriza esta opción, pero penaliza la cuantía final de la pensión.
La edad ordinaria se sitúa en los 65 años para quienes alcanzan el periodo mínimo de cotización exigido. Si no se llega, la referencia sube a los 66 años y algunos meses, según el caso.
Quien decide jubilarse antes debe asumir que el importe mensual se reducirá de forma automática y definitiva. No hay revisión posterior ni recuperación del porcentaje perdido.
Requisitos para acceder a la jubilación anticipada
Para solicitar la jubilación anticipada voluntaria es necesario cumplir una serie de condiciones básicas. No basta con tener la edad mínima. El trabajador debe haber cotizado al menos 33 años de forma efectiva. Además, dos de esos años tienen que estar comprendidos dentro de los 15 anteriores a la solicitud.
La edad máxima de anticipo es de dos años respecto a la ordinaria que corresponda en cada caso. Es decir, no todos los trabajadores pueden jubilarse a los 63 años.
Cómo afectan los coeficientes reductores
La clave está en los coeficientes reductores. Estos porcentajes se aplican en función de los meses que se adelante la jubilación y del total de años cotizados. Un trabajador que se jubile a los 63 años con 40 años cotizados sufre una reducción cercana al 19% en su pensión. Ese recorte se mantiene durante toda la vida del pensionista.
Si el adelanto es menor, por ejemplo a los 64 años, la penalización baja. En ese supuesto, con el mismo periodo cotizado, el recorte ronda el 5,25 %. El castigo es mayor para quienes tienen menos cotización. Con menos de 38 años y seis meses y jubilación a los 63, la reducción puede alcanzar el 21%.
Diferencias según los meses de adelanto
La Seguridad Social no aplica un único porcentaje. Cada mes cuenta y modifica el resultado final. Adelantar la jubilación 24 meses supone los mayores recortes. A medida que el anticipo se reduce, el coeficiente baja de forma progresiva.
Incluso adelantar solo un año puede suponer una pérdida relevante, especialmente en pensiones medias y altas. Por eso muchos trabajadores apuran hasta el último mes posible. No todos los casos de jubilación anticipada son voluntarios. Existen situaciones en las que el trabajador se ve obligado a retirarse antes.
Despidos colectivos, cierres de empresa o causas económicas pueden dar acceso a esta modalidad. En estos casos, el anticipo puede llegar hasta cuatro años. Aquí los coeficientes también son más duros. Con menos de 38 años y seis meses cotizados, el recorte máximo puede alcanzar el 30 % de la pensión.
Puntos clave que conviene tener claros
Los coeficientes reductores son permanentes y no se recuperan con el tiempo. Cada mes de adelanto cuenta y modifica el porcentaje final. Tener muchos años cotizados no elimina las penalizaciones, solo las reduce.
La jubilación involuntaria permite más anticipo
, pero con recortes mayores. La jubilación, en cualquiera de sus modalidades, no es solo una cuestión de edad. Es una decisión económica de largo plazo. Antes de adelantar el retiro conviene hacer números, revisar la cotización real y comprobar cómo queda la pensión final. Un pequeño adelanto puede suponer cientos de euros menos cada año.
La Seguridad Social mantiene este sistema para desincentivar salidas tempranas. Y, a día de hoy, los recortes siguen siendo una realidad que pesa, y mucho, en la jubilación futura.



