La jubilación vuelve a aparecer entre las búsquedas más frecuentes cada vez que un trabajador se queda sin empleo. La pérdida de ingresos preocupa, pero el impacto en las cotizaciones que dan acceso a la pensión futura genera todavía más dudas, especialmente en periodos largos fuera del mercado laboral.
Cuando la relación laboral se extingue, no todas las cotizaciones se detienen. Parte del tiempo en desempleo sigue contando para la jubilación, aunque no en las mismas condiciones que cuando se trabaja. Por eso es importante conocer qué cubre cada prestación y cómo influye en los años necesarios para cobrar la pensión completa.
Jubilación: cómo se cotiza mientras se cobra el paro
Durante la prestación contributiva por desempleo, la persona continúa cotizando para su pensión. El SEPE aplica una deducción del 4,83% sobre el importe bruto de la prestación, que corresponde a la cuota del trabajador. A la vez, el organismo asume la parte empresarial para que el periodo compute como tiempo trabajado a efectos de jubilación.
Estas cotizaciones cubren contingencias comunes como jubilación, incapacidad temporal, supervivencia y asistencia sanitaria. Sin embargo, no se incluyen desempleo, accidentes laborales, enfermedad profesional, FOGASA ni formación profesional.
El subsidio para mayores de 52 años: una cotización clave
Este subsidio es el único que cotiza directamente para la jubilación. La base utilizada es el 125% de la base mínima del Régimen General, lo que permite al beneficiario seguir acumulando tiempo y mejorar la base reguladora de cara a su pensión futura.
Estas cotizaciones también cuentan para completar los años necesarios si la persona quiere acceder a una jubilación anticipada.
Puntos esenciales para entender la cotización en desempleo
- El paro contributivo mantiene cotizaciones para la jubilación.
- El subsidio para mayores de 52 años utiliza el 125% de la base mínima.
- No todas las contingencias están cubiertas mientras se cobra el paro.
- Parte del gasto ligado a estas cotizaciones supera los 11.900 millones.
El coste económico y el debate sobre el sistema
El pago de estas cotizaciones desde las prestaciones se ha convertido en un elemento relevante del gasto público. Según estimaciones recientes, eliminarlas tendría un impacto aproximado del 0,7% del PIB, en torno a 11.900 millones de euros. Este punto forma parte del debate sobre la sostenibilidad del sistema de jubilación y posibles cambios en el periodo de cálculo de las pensiones.



